By Miguel Nonay in Aragón, Viajes Nacionales · 8 abril, 2015 · 1 comment
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La Salada de Chiprana puede visitarse con silla de ruedas o en coche. Tanto el Centro de Interpretación como la laguna pueden visitarse con silla de ruedas.
En mi viaje por los lugares más hermosos y accesibles de la Provincia de Zaragoza, llegué a un lugar espectacular, salvaje y radical, la laguna conocida como La Salada de Chiprana que es en realidad un conjunto de lagunas. Todo el complejo de lagunas constituye la única laguna endorréica salina de aguas permanentes profundas en Europa. Cuenta con flora, fauna y microorganismos que solo se encuentran aquí.
La visita la comenzamos en el pueblo, en Chiprana que desde lo alto vigila las aguas del Embalse de Mequinenza. En lo más profundo de este pueblo tranquilo se encuentra el Centro de Interpretación de las Saladas de Chiprana. a través de una rampa muy bien ejecutada nos adentramos en las curiosidades de la laguna, conoceremos que su índice de salinidad es muy superior al del Mar Mediterráneo y cercano al del Mar Muerto. Podremos interactuar para conocer mejor esta maravilla natural y es aquí donde nos aconsejarán la mejor ruta si vamos con silla de ruedas. El centro cuenta con baños muy bien adaptados y ascensor.
A pocos kilómetros de Chiprana se encuentra el desvío hacia la Salada, es un camino de tierra por el que cualquier turismo puede rodar sin problema. La vista al llegar no puede ser más espectacular: la laguna en su máxima expresión.
Aunque no hay plazas de aparcamiento marcadas, no tendremos problemas para dejar el coche y desplazarnos con la silla de ruedas por camino de tierra y piedra apelmazada.
Estamos en alto, la Laguna queda al fondo, la panorámica es espectacular y el calor si es verano también, así que os recomiendo que madruguéis un poquito.
Si no ha llovido, el camino se puede recorrer con silla de ruedas, para bordear la Laguna por su margen izquierda (desde el aparcamiento). Mejor si vamos acompañados pues estamos en plena naturaleza y el camino es de accesibilidad natural, pero no está especialmente diseñado. Los arbustos y hierbas nos señalan los límites de un camino que en ocasiones se hace algo tortuoso y divertido. Con silla eléctrica, manillar eléctrico como el Stricker Baker de Rodem, o scooter eléctrico como el Sterling Diamond de Sunrise Médical no tendremos problemas. Si vamos con silla de ruedas manual, quizás tengan que ayudarnos en algunos puntos de la ruta. Como veis en el vídeo con mi Quickie Xenon no tuve mayores problemas en la mayoría del recorrido.
Entre los arbustos, cómodamente sentados iremos dibujando la laguna y sus reflejos, llegaremos a los restos de una calzada romana en la que los carros fueron dejando su huella bien marcada. Continuaremos descendiendo hasta llegar a los olivos que dan lugar a uno de los mejores aceites, los del Bajo Aragón. Dependiendo de la época podemos ver Narcisos, algunos endémicos de la Laguna.
Si nos da pereza recorrer el camino o se encuentra en malas condiciones , podemos realizar un recorrido con el coche por la margen derecha y siempre respetando los límites y las prohibiciones de accesos ya que nos encontramos en una Reserva Natural Protegida.
Si os gusta la naturaleza y disfrutar de una experiencia inolvidable, os recomiendo que visitéis el Centro de Interpretación y la Salada de Chiprana, ambos lugares han sido comprobados personalmente por mi.
Gracias a todos por acompañarme en este viaje.
Como siempre os dejo más información de mi viaje por la Provincia de Zaragoza, con silla de ruedas.