Pasaje destacado"Noto una vibración en el agua. Unas piernas entran en el oyu. Qué pena, preferiría estar sola. Por debajo de la toallita sobre la frente percibo el vello púbico de una chica. Lo tiene recortado con gusto. Entra poco a poco en el agua hirviendo.
No puedo evitar traicionar la exigida discreción en estos sitios, pero es que unos centímetros más arriba de su pubis asciende un magnífico dragón que trepa por su vientre, se retuerce y se enrosca entre sus pechos hasta casi la garganta. Bajo la cintura, dos serpientes gemelas han atrapado sus piernas delgadas pero fuertes y buscan en cada vuelta que dan a sus muslos el camino de la cadera. La lengua bífida de una de ellas casi llega a su vulva. Jamás había contemplado unos tatuajes tan hermosos. Parecen haberse escapado de las láminas de algún antiguo tratado japonés de animales mitológicos."
Yves de Villegas (Santander, 1972) es un autor con nombre y sangre francesa, también ingeniero de caminos que ejerce hoy día de profesor universitario. Se doctoró con una tesis sobre la presencia del ferrocarril en el cómic europeo de ciencia ficción y probó la aventura de la producción cinematográfica con una breve formación en dicho campo. Durante años trabajó en Asia como responsable de exportación de la patronal de industria española. Ha publicado dos libros infantiles. “La salamandra desnuda” es su primera ficción para adultos.La trama a grandes rasgos sin spoiler
Alice es una treintañera escocesa que lleva tres años viviendo en Japón trabajando de profesora, impartiendo clases de inglés. Cuando se dispone a regresar a su país, embarazada, tras sufrir un doloroso desengaño amoroso por parte del padre del hijo que espera, conoce en los baños públicos del hotel-cápsula de Kioto donde se dispone a pasar sus últimos días, a Kāto Yuriko, una preciosa japonesa tatuada que está huyendo de la Yakuza por haber cometido una imperdonable ofensa contra dicha mafia japonesa. Entre las dos chicas, una oriental, la otra occidental, surge una atracción sexual inmediata, una química irresistible que les lleva a arriesgar incluso sus propias vidas para poder seguir juntas.
Esta extraña ha salpicado de colores el gris de mi cielo. Sé que pagaré un precio por ello, no tengo ni idea de cuál; pero de aquí no me voy. Es una de las locuras más grandes que he hecho en mi vida, y está resultando de todo menos aburrida.
La narradora de la novela es la propia Alice, que tras despertar atada a una camilla sin poder moverse, comienza a rememorar aquellos episodios de su vida en los que la muerte ya la había rondado muy de cerca, tres veces en las que las circunstancias le hicieron creer que había llegado su hora. Pero es ahora, en ese momento, y en esa habitación que parece contener todos los artilugios de tortura habidos y por haber, cuando está verdaderamente convencida de que va a morir, sin remedio.
Pienso en mis padres, en mi vida fracasada, en el largo camino que me ha llevado hasta este cuarto de horror en Japón.
Todo lo ocurrido en los últimos días, en las últimas horas, se le agolpa en la cabeza, su frenética huida de la boca del lobo en la que se había metido sin saber ni cómo, su complicado viaje sola, aunque guiada y alentada por Yuriko hasta ese ryokan situado en la orilla del lago Motosu, el “ryokan de la Salamandra”, un exótico paraíso del placer donde han ocurrido tantas cosas, tantas muertes, entre ellas la de la propia japonesa, algo que Alice aún no se puede creer. Y nos lo va contando desde el principio, sin dejarse nada, para que entendamos. ¿Será capaz de salir del tremendo embrollo en el que anda metida? ¿Podrá volver a su país junto a su familia sana y salva? Los puntos fuertes de la novela
✔ Un comienzo potente que incita a leer, a saber más. Así empieza:
¿Cuántas veces has experimentado la cercanía de la muerte? En tres ocasiones rozó mi vida. Hoy es la cuarta y última. Cuando llega el final, el de verdad, ¿tenemos la capacidad de reconocerlo? Es una sensación extraña y a la vez familiar.Me llamo Alice Clowes, tengo treinta años, y mi vida termina aquí.
De esta forma. . ., imposible parar de leer ¿verdad?
✔ Una historia adictiva: la novela está dividida en nueve partes con varios capítulos cada una y está escrita en primera persona del presente. Hay mucha acción, mucha intriga encerrada entre estas páginas, desde el comienzo, ese comienzo con el explosivo encuentro entre las dos mujeres que deben esconderse, huir de esa Yakuza que las persigue sin darles tregua (la tercera parte de las páginas de la novela transcurren en un solo día). Cada vez te metes más y más en la trama, te involucras, empatizas con Alice que para colmo lleva un hijo en su vientre y poco a poco la cosa se sale de madre, alcanza un ritmo vertiginoso, ocurren cosas impensables hasta llegar a un final también impensable pero que a mí particularmente me ha gustado mucho.
Pienso. . . ¿igual todo es demasiado exagerado, excesivo? quizás. . ., pero teniendo en cuenta que la mafia japonesa anda detrás de la historia, pues seguramente incluso en la vida real nada de lo que se pueda decir sobre ella sea ni exagerado ni excesivo y todo sea posible.
✔ Los personajes:los dos principales son Alice y Yuriko, aunque hay algunos secundarios con importancia relativa en la trama: sus dos mejores amigos en Japón, la pareja de gais Fonsi, que aporta su sangre española y Koji, con su infinito conocimiento de la cultura japonesa, salen poco, solo son nombrados en pasado. Toshirō, alumno de Alice, directivo en una editorial importante y padre de su hijo, con el que vivió una tórrida aventura amorosa seguida de enorme decepción y algún que otro personaje más perteneciente a la Yakuza, de los que no puedo hablar prácticamente nada si no quiero destripar cosas importantes de la trama.
● Alice Clowes (Kurōsu Arisu en japonés): viaja sola desde hace tiempo llevando una vida nómada sin meta ni dirección alguna determinada. Ha vivido tres años en Granada (España), uno en París y ahora casi tres en Kioto. Escocesa aventurera, alma solitaria, nunca encontró la comodidad del nido en su casa, junto a su familia.
Solo rodeada de lo desconocido, de lo nuevo, de la aventura, logro sentir mi razón de ser.
Tiene claro que, aunque regrese a Aberdeen para tener allí a su bebé y ver a sus padres y hermanas, ella volverá a irse a correr mundo sola.
¿A buscar qué?, me pregunta siempre mi madre entre lágrimas cuando me despiden en Heathrow. A buscarme a mí misma. Aunque esa respuesta ha perdido su significado. Sí, es cierto que me encuentro a ratos, pero cada vez menos.
● Yuriko: una bella y atípica japonesita, alta, musculada de anchos hombros, perfil perfecto, cutis pálido como la luna, pero no lechoso, sino transparente, cuello largo y nariz fina, ropa de actriz cotizada y tatuajes de mafiosa. Desde que estudió tres años en Harvard, sus padres y amigos le echan en cara haberse vuelto descarada, impertinente y bochornosamente sincera como los americanos. Cuarto dan de kárate, tres veces campeona juvenil, ha leído todos los libros de Murakami (me encanta ese dato, ya solo con eso, Yuriko me ha ganado)
Pienso en Murakami, que escribió en no sé qué libro —los he leído todos— que el calor de las fuentes termales, de los onsen, penetra hasta lo más profundo de ti y no te abandona hasta después de muchas horas, a diferencia de los de las bañeras de agua del grifo, que por calientes que estén, cuando sales te quedas helado.
✔ No es una novela romántica al uso, pero sí que el autor nos brinda una preciosa historia de amor incondicional entre una lesbiana y una bisexual, con escenas de sexo muy gráficas y explícitas, con elevadas dosis de erotismo que no se hace empalagoso
Lejos de molestarme el que haya invadido de una manera tan occidental mi burbuja de espacio, tan sagrada para los japoneses, me asalta una atracción animal hacia ella que ya germinaba desde que la vi. Ahora no sé lo que dice, me cuesta concentrarme en sus palabras por tenerla tan cerca. Sus labios perfectos se mueven sin descanso. Las gotas de sudor descienden por su frente y resbalan hasta su naricilla respingona. ¿Tiene alguna peca bajo el rocío caliente que la recubre? La luz de los baños es escasa. Se aparta la humedad de la cara, pero su mano regresa a mi brazo. Pocas veces he sentido el amor a primera vista, y esta las supera a todas minuto a minuto. Solo quien lo ha experimentado lo sabe
Un dato interesante de esta lectura es que nos aproxima bastante a la situación de las personas LGTBI en Japón. Dice el autor en una entrevista: “a diferencia de los países europeos, salirse de la homogeneidad social no está bien visto porque consideran que destacar es algo negativo, es decir, unido a la condición sexual hacen que esta comunidad encuentre ciertos problemas aquí”.
Nos abrazamos y me mira directa a los ojos. Seria. Me susurra: —Tú eres la que ha caído en mi red, tonta; he cazado una escurridiza y pálida salamandra desnuda. No se te ocurra escaparte porque te atraparé tarde o temprano. Minutos después, las dos flotamos boca arriba y en silencio con las manos unidas. Contemplamos el cielo azul en busca de formas de amor en el contorno de las nubes.
“La salamandra desnuda” saca a la superficie los problemas que deben enfrentar allí algunas parejas del mismo sexo, y eso, unido a todo lo reflejado sobre la Yakuza y sus oscuridades en la novela, me pregunto si esta sería del agrado de los japoneses si la leyeran. El autor también se lo pregunta y cree que:"es difícil que mi libro lo lea un japonés y le guste. Sería un sueño si el libro se traduce al japonés, pero no creo porque el mundo literario de allí es cerradísimo" Ya que “allí, el dato más diferente a la cultura occidental, es que el que se sale de la gris homogeneidad de la sociedad se ve mal por la diferenciación social", afirma antes de rematar diciendo que "ser original en Japón es complicado".
Mientras leo, no puedo evitar preguntarme si todo lo contado sobre la mafia japonesa es tal cual cómo por ejemplo: si es cierto que la policía los tolera porque estos, de alguna manera, son capaces de mantener cierto orden y llegar hasta donde las fuerzas de la ley no alcanzan y que gracias a ellos en Japón no entran ni las mafias rusas ni las chinas, que parecen ser mucho peores, y que el tráfico de drogas aunque existe, está férreamente controlado.
Aquí todos saben quiénes son los Yakuza. Existe un registro con sus nombres y apellidos al que están orgullosos de pertenecer. Y las sedes de sus empresas figuran perfectamente identificadas
✔ Curiosidades: Yves de Villegas, es un apasionado del continente asiático y de su gente, también gran estudioso de las diferencias socioculturales entre países. Habiendo trabajado durante años en China, India, Japón, Tailandia, etc, conoce bastante a fondo la cultura nipona, conocimiento y experiencias personales reflejadas algunas en la novela. Sin duda, lo mejor, lo más valioso que encontramos entre las páginas de "La salamandra desnuda" son todos los detalles interesantes que se nos cuenta sobre la sociedad japonesa y la peculiar personalidad de los japoneses, ya que se nos desvela esa cultura y costumbres que subyacen, que el extranjero no percibe porque tan solo los que han nacido allí o vivido allí un tiempo considerable, conocen.
Según he podido leer en algunos artículos, el autor además reconoce haberse documentado bien, leer mucho, investigar mucho e incluso “finalmente, una vez terminado el libro, por si acaso, me busqué a una profesional japonesa para que me diera una leída y corrigiera todo aquello que era incorrecto desde el punto de vista cultural, y como habrás visto, hay mucho texto en japonés también para que me corrigiese los textos”.
De hecho podría decirse, él mismo dice que “el verdadero personaje principal de la novela es Japón. Esa mentalidad tan distinta de la nuestra, esa forma de pensar, esas capas de cebolla que forman el mundo sociocultural japonés, que para un europeo es muy difícil de aprender, ese, para mí, ha sido el personaje que más me ha marcado y que mejor he querido describir”.
Resumiendo:"La salamandra desnuda” es una curiosa mezcla de thriller y erotismo, un thriller erótico trepidante, con muchísima acción, una historia de amor bonita, complicada y enrevesada con sabor y olor a comida japonesa, a Okonomiyaki (una especie de pizza japonesa) y a Bentō (ración de comida para llevar que incluye arroz, pescado o carne, y una guarnición a base de verdura)
Es fácil saber si eres compatible con alguien, basta con acercarse lo suficiente. De alguna forma, las feromonas de ambos cuerpos se ponen en contacto y te transmiten sensaciones físico-químicas, con electrones y todo, que alertan de inmediato a tu cerebro y a tu corazón si puedes amar a esa persona.
¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba y sobre todo si sentís especial interés por la cultura japonesa. Pero también porque es una lectura muy ágil que te engancha desde el principioy según se avanza, el ritmo y la intensidad de la trama va in crescendo hasta alcanzar la cima en los últimos capítulos, en las últimas páginas. Y porque el autor consigue atar bien todos los cabos, sin dejar ningún fleco suelto, regalándonos un final a la altura que me ha encantado.
Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: