En todo viaje debemos trazar una hoja de ruta, para disfrutar del camino.
Como buen navegante, que imagino que eres, ya sabes que todo viaje o ruta que deseamos realizar, lleva consigo una idea y una planificación bien detallada de lo que vamos a conocer, lo que vamos a visitar, donde vamos a dormir e incluso donde vamos a parar a repostar.
Al preparar la maleta para iniciar el viaje, también contemplamos un pequeño apartado de imprevistos. En las siguientes líneas te propongo extrapolar esta situación tan cotidiana y rutera a la situación laboral.
¿Cómo reaccionas ante una situación de despido "inesperado"? Esta cuestión para muchas personas es complicada de responder, por eso te planteo otra pregunta más sencilla ¿Cómo actúas si en tus maravillosas vacaciones, se estropea el tiempo? Quizá a esta cuestión, tu yo interior, sí que le encuentre una respuesta, una salida.
Al igual que en las vacaciones, el cielo o incluso la previsión meteorológica, avisan cuando el clima cambia, en el empleo, también existen señales que pueden ayudarte a prevenir acontecimientos futuros.
Estas son algunas de estas señales:
El jefe evita reuniones contigo. Un claro síntoma de que las cosas no están bien a nivel laboral se percibe cuando el responsable de analizar y dar cierta retroalimentación evita estas reuniones con el empleado.
Dejaste de formar parte de las actualizaciones. Foco rojo. Es bien sabido que las empresas invierten tiempo y dinero en sus mejores empleados. Si nunca te han ofrecido este tipo de "upgrades", estás en peligro.
Control excesivo. Si el jefe parece llevar un registro de todas las acciones realizadas en el horario laboral, incluyendo los minutos extras de la hora de comida, y los utiliza para reprochar un mal rendimiento.
Ante estas señales claras, que muchas veces pasan desapercibidas, tenemos 2 opciones claras:
* Permanecer en nuestro trabajo y mejorar en él.
* Optar por otros empleos y situaciones laborales.
Si optas por la primera de las opciones, quizá debas analizar la situación, para detectar como modificar tu hoja de ruta en ese empleo, por ejemplo mostrando interés por la actividad de la empresa.
Si eliges la segunda opción, recuerda que eres protagonista de tu vida y de tus decisiones. Utiliza la tristeza, que puedas sentir en ese momento, para pensar en lo que quieres conseguir en ese nuevo puesto y qué errores no quieres cometer.
Utiliza la rabia, que puedas sentir en el momento del adiós, para construir y construirte, en lugar de destruir a tu antigua empresa o destruirte emocionalmente, como persona.
¿Cuándo empezar a elaborar este "Plan de Emergencia"?Al igual que ocurre en los aviones, en los que al iniciar el vuelo, se indica cómo utilizar las mascarillas, por si acaso y para evitar bloqueos futuros, en la situación laboral, también es aconsejable trazar un plan personal de salida de emergencia, desde el principio, para evitar futuros bloqueos personales y emocionales. Esto no significa que vayas a utilizarlo, aunque si lo tienes y le dedicas tiempo a trazarlo, ganarás agilidad y evitarás bloqueos, si llega el momento de tu despido.
En una hoja puedes escribir tus deseos laborales, tus recursos para conseguir esos deseos, los requisitos que necesitas y por último, los contactos personales que podrían ayudarte a llegar a ese empleo deseado. De esta manera, si llega el momento, solo tendrás que poner en acción, el esquema personal que trazaste, poquito a poco, en tu hoja de ruta hacia el empleo.
Espero que este artículo te sea de utilidad.
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