Revista Insólito
Tras las inundaciones que asolaron Pakistán, las arañas salieron de sus refugios subterráneos, poblando y vistiendo con sus telas los árboles. Curiosamente, no solo hace que estos árboles parezcan algodones gigantes de azúcar, sino que también han mermado sensiblemente la población de mosquitos en la zona, impidiendo así que surja la malaria. Una feliz coincidencia.Foto: elmundo.es