El artículo La Salud de la Mujer es Más Débil a partir de los 65 Años aparece en consejos
Mejorar la salud de la mujer, especialmente en edades avanzadas, está entre las prioridades de la Unión Europea, que ha resuelto que se han de mejorar las políticas de prevención de las enfermedades de las mujeres relacionadas con la edad.
En primer lugar, hay necesidad de contar con datos actualizados sobre la salud de las mujeres, prestando especial atención a las mujeres de más de 65 años y a los indicadores de envejecimiento activo. Además, se resalta que se ha de mejorar la integración, implicación y participación activa de las mujeres de edad avanzada en la vida social.
De un total de más de 87 millones de personas mayores de 65 años en la Unión Europea, 50,6 millones son mujeres, una proporción muy superior respecto a los hombres. Asimismo, se espera que en 2060 cerca del 30% de la población, unos 150 millones de personas, sean mayores de 65 años.
Las enfermedades que afectan especialmente a las mujeres de edad avanzada son las patologías cardiovasculares, las de las vías respiratorias, el cáncer, la diabetes, las enfermedades musculoesqueléticas, las enfermedades degenerativas y la depresión.
A pesar del aumento de la esperanza de vida, entre las mujeres de edad avanzada se da una mayor incidencia de enfermedades invalidantes como las fracturas por osteoporosis, artritis reumatoide y osteoartritis, incontinencia urinaria y cáncer que en los hombres de la misma edad.
También las mujeres de edad avanzada se ven más afectadas por discapacidades debidas a la ralentización psicomotora o a episodios de confusión mental y de demencia que los hombres. La incidencia de estas enfermedades aumenta exponencialmente con la edad.
Los principales factores de riesgo que pueden llevar, si no se controlan correctamente, a la aparición de estas enfermedades son la hipertensión, la hiperglucemia, el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, los niveles de colesterol elevados y los cambios hormonales debidos a la menopausia. No solo de ha de actuar sobre estos factores de riesgo cuando se llega a edades avanzadas, sino que, como aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación adecuada, la actividad física y la lucha contra el tabaquismo y el abuso de alcohol deben ser constantes a lo largo de toda la vida.