Es curioso pero resulta que los mexicanos recién emigrados a Estados Unidos parecen más saludables que aquellos que ya se adaptaron a la cultura Norteamérica, e incluso aquellos que nacieron en los Estados Unidos, esto es lo que se desprende de un reciente estudio de la Universidad de Rice, la Universidad de Duke y la Universidad de Colorado en Denver, que daría al traste con aquellos que critican a los emigrantes por abusar del sistema sanitario.
Además este patrón de deterioro de la salud tiene una mayor incidencia en los hombres que en las mujeres, mientras que entre los recién llegados son las mujeres las que tienen una peor salud.
La explicación a esta diferencia entre sexos podría deberse a que la mayoría de hombres que vienen de México son personas jóvenes en busca de un trabajo físico, por lo que suelen ser muchachos que rebosan salud.
Los datos que se analizaron para llegar a estas conclusiones son los recogidos en National Health Interview Survey entre los inmigrantes llegados entre los años 1998 y 2007.
Por tanto, mientras los hombres tienden a comenzar su vida en Norteamérica con mejor salud que las mujeres, su salud se deteriora a un ritmo más rápido en su adaptación a la cultura de EE.UU.. En particular, el riesgo de diabetes aumenta a un ritmo fuerte para los hombres, incluso después de haber tenido en cuenta toda una variedad de factores que podrían explicar esta relación, como el tabaquismo o el nivel de ingresos.
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