"Rouco exige al PP un retroceso hacia la religión obligatoria".
Nuevas declaraciones de Rouco Varela, que vuelven a levantar ampollas. A esto me refería cuando en el artículo: "Españoles: Mariano-Franco, ha vuelto" comparaba a Rajoy con Franco y la gente me tachaba de exagerado. Ciertamente no especifiqué ni desgrané dicha comparación, pero este tema puede tener cientos de horas de debate, aún sin saber que nos deparará el futuro.
En dicha comparación, poco desarrollada por mí parte, me dejé en el tintero la relación PP-Iglesia. La Iglesia es una institución, como bien es sabido por todos, muy vinculada a partidos de derechas, por su carácter tradicionalista y cristiano-conservador, donde cabe destacar el Partido Popular. Como es obvio, con los populares en el Gobierno, las peticiones de la Iglesia, y las relaciones eclesiástico-políticas de carácter inconstitucional, son más oídas y sonadas.
Política y religión (sea la que sea) son materias que no deben de estar vinculadas bajo ningún concepto. Es por ello, que ha día de hoy no son comprensibles las declaraciones de ámbito político realizadas por dicha institución cada vez que el Gobierno realiza acciones positivas o negativas de acuerdo a los ideales religiosos.
Hoy, el señor Varela, no solo no pidió, opinó o comento, sino que directamente exigió al Partido Popular, la inmediata recuperación de la antigua LOCE, donde la enseñanza religiosa cristiana en los colegios era obligatoria.
Esta medida o propuesta propia de tiempos del dictador español, vuelve a ser un insulto al progresismo y a la multiculturalidad, además de un cepo a la libertad de ideología, culto o religión, donde la elección de los padres, incluso ya en edades más avanzadas, del propio niño, quedan cohibidas por medidas impositivas y preceptos clasistas.
Con este tipo de propuestas, lo único que a día de hoy sigue demostrando la Iglesia como institución, es la búsqueda de su propio hueco donde puedan meter la cabeza para buscar nuevos fieles y acabar controlando un poco más otras instituciones de origen no eclesiástico como colegios, o los mismos ayuntamientos.
A día de hoy, confío en la razón y libertad de elección de los padres y los niños a no escoger la asignatura de Religión, si no comparten sus posturas, lo cual es algo bastante lógico; y del mismo modo solo espero, que así siga siendo. Rouco, abandone de una vez ese tipo de consejos o imposiciones, y dedíquese a lo suyo, que bastante mal le va, como para meter las manos en pan ajeno.
Dani Ruiz.