Les comparto el texto entregado en el ATRIO PAULINO del pasado 1 de junio y que ha sido elaborado por el P. Joaquín Díez Esteban
DIOS QUIERE QUE TODOS SE SALVEN
La misericordia de Dios es universal y su Amor omnipotente
Una de las enseñanzas más importantes del Concilio Vaticano II, del que este año conmemoramos los cincuenta años de su inauguración, ha sido el saber compaginar la verdad de fe que afirma a la Iglesia como el único camino instituido por Jesucristo para la salvación, “la Iglesia es el sacramento universal de salvación”; con la verdad bíblica que manifiesta: “Dios quiere la salvación de todos los hombres”., o sea la posibilidad real de la salvación en Cristo para todos los hombres.
El Concilio Vaticano II ha sido el acontecimiento más representativo de la Iglesia Católica. Mas de dos mil quinientos obispos asistieron a sus sesiones. La Constitución Dogmática “Lumen Pentium”, de la que vamos a comentar uno de sus temas, fue aprobada el 21 de noviembre de 1964 por 2.156 votos a favor y cinco en contra.
Dios es todo amor y su misericordia quiere que todos los hombre a los que da vida lleguen un día, después de su vida terrena, a participar de su gloria y felicidad. Dios no da la vida a nadie para que esté predestinado a condenarse eternamente, los que se condenan es por su propia libertad al mal.
Sin embargo, hoy se habla muy poco de la salvación, de la esperanza de la feliz vida eterna en Dios y con Dios, como ha dicho el Papa Benedicto XVI en su Encíclica “Spe Salvi”, salvados en la esperanza. Hoy falta esta esperanza..
Los fieles católicos
El Concilio fundamentado en la Sagrada Escritura y en la Tradición afirma que la Iglesia Católica es necesaria para la salvación, ya que “el único mediador y camino de salvación que s Cristo, confirmó la necesidad de la Iglesia, en la que se entra por el Bautismo como por una puerta”.(Lumen Gentium14)
El Concilio afirma plenamente que en la Iglesia Católica tenemos todos los medios para podernos salvar. Dios como Padre hace que todo sea para bien de los que le aman, dice San Pablo a los Romanos.. Pero para ello hemos de ser fieles a vivir la voluntad de nuestro Padre Dios, que envió a su Hijo Unigénico para nuestra salvación, y su Espíritu esta dando testimonio de esta voluntad divina por nuestra felicidad eterna..
Por lo que no podrán salvarse aquellos hombres que conociendo que la Iglesia Católica fue instituida por Dios a través de Cristo como necesaria, sin embargo se niegan a entrar o a perseverar en ella.(LG 16)
“A la Iglesia están incorporados plenamente, los que poseyendo el Espíritu de Cristo, aceptan la totalidad de su organización y todos los medios establecidos en Ella, y en su cuerpo visible están unidos con Cristo, el cual lo rige mediante el Sumo Pontífice y los Obispos, por los vínculos de la profesión de la fe, de los sacramento, del gobierno y de la comunión eclesiástica..
Pero tampoco se salvan aquellos que están incorporado a la Iglesia, pero no perseverando en la caridad, permanecen en el seno de la Iglesia “en cuerpo”, pero no “en corazón” por vivir en pecado mortal. Aquí vienen bien las palabras de San Agustín:”Dios que te ha creado sin ti, no te salvará sin ti”
Los cristianos separados de la Iglesia
El último Concilio Ecuménico afirma que la Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica, significando con esto que en la Iglesia Católica está verdadera y auténticamente la Iglesia instituida por Cristo para la salvación de los hombre, pero al mismo tiempo, al decir que “subsiste” en lugar de que “es”, expresa la existencia de numerosos elementos de salvación que se encuentran también fuera de la Iglesia Católica, como son la Palabra de Dios escrita en la Biblia, la vida de la gracia, la esperanza y la caridad y otros dones del Espíritu Santo.
Precisamente algunos de estos elementos los tienen algunas Iglesia separadas, como son las ortodoxas; y también se encuentran en algunas comunidades eclesiales como son las comunidades protestantes, las confesiones anglicanas o las instituciones evangélicas, etc..Y sus fieles si están de buena fe y tienen una conducta moral buena, de acuerdo a la ley natural, también podrían salvarse
En otras religiones no cristianas
También Dios les ofrece la posibilidad de la salvación, como a los judíos, “ que a causa de sus padres es un pueblo amadísimo en razón de su elección, pues Dios , como dice San Pablo, no se arrepiente de su dones y de su vocación”..
Pero también en las otras religiones no cristianas, no por el camino en el que viven para la salvación, sino que si están de buena fe y no han podido, por innumerables circunstancias, conocer la Iglesia de Cristo o la existencia del verdadero Dios, “la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios. Cuanto hay de bueno y de verdadero en ellos, la Iglesia lo juzga como una preparación del Evangelio y otorgado por quien ilumina a todos los hombres para que al fin tengan la vida” (LG 16)
Es decir que también podrían salvarse por caminos que solo Dios sabe por la Iglesia, pero no formando parte de la Iglesia Católica.
La realidad teológica de que Dios quiere la salvación de todos , más que dejar a su arbitrio a los demás hemos de tener el deseo de poder comunicarles los abundantes medios que Dios a través de la Iglesia les ofrece. No ha pasado el tiempo de las misiones, sino hoy más que nunca hemos de sentir el deseo de comunicar nuestra fe y medios de salvación para que todos se salven.
El Año de la Fe que el Papa ha promulgado para el próximo11 de octubre tiene este fin, además de celebrar los cincuenta años del Concilio y los veinte del Catecismo de la Iglesia Católica, que tengamos el mayor bien de esta vida:”Conocer a Cristo y darlo a conocer a los demás”.