Revista Salud y Bienestar

La sangre fenotípicamente también envejece

Por Jesus Gutierrez @saludymedicina
La sangre fenotípicamente también envejece
Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Corea, la Universidad de California y el Instituto Buck para la Investigación sobre el Envejecimiento comprobaron que la transfusión de sangre de ratones más viejos a ratones jóvenes los fatigo y los hizo incapaces de correr largas distancias. 

En el estudio los investigadores de la Universidad de California unieron pares de ratones viejos/jóvenes para aprender más sobre el proceso de envejecimiento, en ese esfuerzo, los ratones se unieron y compartían no solo sangre, sino algunos órganos. Las pruebas de los ratones más viejos mostraron que la infusión de sangre más joven dio como resultado la reversión de algunos signos de envejecimiento. En este nuevo esfuerzo, los investigadores probaron el proceso a la inversa sin recurrir a la unión.

El trabajo consistió en transfundir sangre de un ratón anciano de dos años a ratones de solo tres meses todos los días durante una semana, y luego estudiar a los ratones jóvenes para medir el impacto.

Poner a los ratones en una caminadora y hacerlos correr mostró que los ratones jóvenes se fatigaban más rápido y no podían correr tan lejos como un grupo de control (ratones jóvenes transfundidos con sangre de otros ratones jóvenes). Los ratones jóvenes transfundidos con la sangre de ratones más viejos mostró marcadores de envejecimiento del hígado y daño renal .

Los investigadores también realizaron el experimento a la inversa, dando sangre joven a ratones viejos, lo que resultó en reducciones en la fibrosis y los lípidos, y también en la fatiga. También hubo un aumento en la resistencia.

Los investigadores sugieren que es probable que las células en la sangre de ratones más viejos tuvieran un fenotipo secretor asociado a la senescencia, lo que lleva a debilidad muscular, daño tisular y otros signos de envejecimiento en los ratones más jóvenes transfundidos. Sugieren que también parece posible que las células en la sangre de los ratones más viejos hubieran dejado de reproducirse y tuvieran un impacto en las células más jóvenes.

Los investigadores también adoptaron un enfoque indirecto para probar si se podían observar resultados similares en humanos: colocaron células extraídas de una persona mayor en el plasma de una persona más joven. Seis días después, encontraron biomarcadores de envejecimiento. 

El estudio se publica en la revista Nature Metabolism.



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