Revista Salud y Bienestar

La sanidad Holandesa: Teoría y práctica

Por Comolegaraholanda

En ocasiones, cuando intercambias opiniones con otra persona que se ha mudado a Holanda igual que tú, tienes la impresión de que tu interlocutor está viviendo en un país completamente distinto. Muchos de los defectos que algunos atribuyen a los holandeses otros no los percibimos por ninguna parte y viceversa. Sin embargo existe un tema en el que todos, o si no todos un 99% de los inmigrantes, nos ponemos de acuerdo: el sistema de salud de los Países Bajos es complicado y deficiente. ¿Quieres saber lo que te espera y qué instrucciones has de seguir para formar parte del sistema?
¿Cómo funciona la sanidad en los Países Bajos?
La sanidad en Holanda no es privada ni es pública, es ambas cosas al mismo tiempo. Expliquémonos. El gobierno tiene un acuerdo con multitud de aseguradoras independientes para conseguir que éstas funcionen como una especie de Seguridad Social. Es decir que una persona al mudarse a los Países Bajos está obligada a contratar un seguro con alguna de estas compañías y las compañías tienen la obligación de aceptar a cualquier individuo, aunque sea mayor o esté ya enfermo, por un precio básico fijado por el gobierno. Resumiendo tú pagas unos cien euros al mes por un seguro básico y tienes derecho a atención médica. Teniendo en cuenta los sueldos en Holanda, esta cantidad no resulta exagerada. Además el gobierno ofrece una ayuda llamada zorgtoeslag para gente cuyo nivel de ingresos no es tan elevado. ¿Entonces por qué decimos que el sistema sanitario es tan malo? Básicamente porque tanto ver a un especialista como obtener medicinas son tareas harto difíciles.
La sanidad Holandesa: Teoría y práctica Confluyen dos factores. Por un lado una aseguradora privada, por mucho convenio que tenga, siempre va a tratar de maximizar sus beneficios en mayor medida que un sistema sanitario gestionado por el propio gobierno. Esto da lugar a invenciones como la cita médica telefónica y prácticas como el enviar a los recién operados a restablecerse a casa tras sólo unas horas de la intervención o según se rumorea, recetar medicamentos más baratos aunque sean menos efectivos que otras alternativas de mayor precio.
El segundo factor, a mi parecer todavía más relevante que el primero, es la mentalidad de los propios holandeses. Y es que aunque a nosotros la asistencia sanitaria de este país nos parezca incompleta, lo cierto es que está hecha a su medida. Si bien decía más arriba que la mayoría de los extranjeros nos desesperamos con el sistema de sanidad de Holanda, los holandeses coinciden por unanimidad en que los extranjeros somos hipocondriacos. ¿Cómo va a entender que nos quejemos por no ver a un dermatólogo cuando se nos cae el pelo una gente con ideas como que la fiebre es buena porque mata los virus o que es más natural parir en casa sin anestesia tal y como lo hacían nuestros abuelos? Uno de mis jefes tuvo un accidente de moto y se quedó un par de días en casa porque se encontraba aturdido y le dolía la cabeza. Por supuesto en ningún momento contempló la posibilidad de visitar un doctor.
Y aquí viene lo más característico y desesperante (y que curiosamente no he visto mencionar en ninguna parte a pesar de la abundancia de críticas a la sanidad holandesa que se encuentran por la red). Puedo aceptar que su cultura implique una visión de la medicina más natural y no quieran financiarme lo que a sus ojos se considera un lujo necesario. Al fin y al cabo soy yo quien ha venido a su tierra, así que imagino que está fuera de lugar el imponer mi visión enfermiza a estos especímenes grandotes y saludables que se desplazan en bicicleta hasta los setenta años. Sin embargo en los Países Bajos no gozas ni tan siquiera del derecho a la hipocondría. Si prefiero gastar mi dinero en un análisis de sangre o una visita al oculista que en unas vacaciones a Thailandia como es norma en estos lares, no tengo posibilidad de hacerlo. Porque en los Países Bajos no existe la medicina privada. Habéis oído bien. El típico portal con un cartel negro de letras blancas que reza "Antonio Montalbán: Oftalmólogo" no existe. No hay posibilidad alguna de visitar un especialista u obtener una prueba médica si no eres enviado por tu médico de cabecera. Es así. Y esto no es nada fácil porque las aseguradoras, con el beneplácito de la población, sólo permiten a los doctores desviar al especialista un pequeño porcentaje de los pacientes por día. Mirad sino el siguiente video humorístico del país que pinta la consulta del médico como un reality show para determinar cuál de todos los candidatos consigue acceso al especialista (vedlo que aunque no tenga subtítulos se pilla perfectamente).

Obtener medicinas tampoco es tarea fácil. Casi todo lo que puedes adquirir en la farmacia o aphoteek es o bien con receta o bastante débil. Y si te quejas te salen con que esto es lo correcto, ya que por culpa de la manía de recetar antibióticos en países como los nuestros están apareciendo superbacterias dificilísimas de combatir. ¡Vamos a ver, que podamos comprar un expectorante potente cuando tenemos una bronquitis rebelde no quiere decir que en nuestro país nos vendan antibióticos como caramelos! Esta costumbre ha hecho que los expatriados en Holanda nos dividamos en dos categorías; los que tras unas vacaciones traen la maleta llena de jamones y chorizos y los que retornamos cargados de jarabes y pastillas.
Se dice que en cuanto te detectan una enfermedad seria el sistema es eficiente y funciona muy bien. Y que el hecho de no invertir tiempo y dinero en las pequeñas cosas deja más recursos disponibles para la investigación de la cura de enfermedades. Tal vez sea cierto. ¿Pero cómo detectar ciertas dolencias cuando se pone tan poco esfuerzo en la prevención? Aquí el ejemplo más sangrante. La revisión ginecológica, que en España se aconseja pasar una vez al año puesto que las afecciones en esta área son peligrosas y prácticamente no producen síntomas, en Holanda sólo se ejecuta una vez cada cinco años. Y mucho cuidado porque si se te pasa tu año no puedes acudir al año siguiente, sino que has de aguardar otros cinco a que te toque el turno de nuevo. Por cosas como ésta hay inmigrantes que hacen viajes a Alemania buscando doctores o medicinas y otros que aprovechamos las vacaciones para hacer la puesta a punto e ir de médico en médico en nuestra tierra natal.
¿Qué me cubre exactamente el seguro básico?


Como decíamos, por unos cien euros al mes tienes derecho a un seguro básico o basisverzekering. Tu empleador paga otra parte de la contribución al sistema sanitario, así que si eres autónomo el seguro sanitario te va a salir más caro. El seguro básico incluye las visitas a tu médico de cabecera o huisarts, las visitas al especialista cuando te envía tu médico, el dentista para personas hasta 21 años, atención a embarazadas y niños hasta los 18 y posibles estancias en el hospital. Las medicinas que te recetan son también gratis, aunque si se pasan de cierto precio puede que tú tengas que pagar una parte (esto aún no me ha sucedido nunca).
Parece bastante completo, así que vamos a enfocarlo al revés. ¿Qué no incluye el basisverzekering? Pues básicamente el dentista para mayores de 21, sesiones de fisioterapia y medicina alternativa. Es posible que vuestro seguro incluya estas coberturas adicionales, aunque para ello tendréis que contratar extras y pagar un poco más cada mes.
Y aún queda otro concepto por esclarecer: el eigen risco. De todo el dinero que tu seguro paga a los médicos a causa de tus visitas, estás obligado a devolver al seguro los primeros X euros, siendo X la cantidad fijada ese año como eigen risco. Pero no de todos los gastos, ya que las visitas al médico de cabecera y especialista son totalmente gratis. ¿Que cuenta entonces en este cómputo? No está muy claro, muchas veces no sabemos si nos va a llegar factura o no. Es decir, de todos los gastos que tú ocasiones a tu seguro exceptuando visitas al médico de cabecera y especialista, vas a tener que devolver los primeros 350 euros (de 160 euros que eran cuando llegué a este país, tras sólo dos años nos hemos puesto en 350). Por ejemplo a mi en una ocasión me cobraron un análisis de sangre y sé de alguno al que le cobraron más de doscientos euros por una visita a urgencias. A la hora de contratar el seguro es posible pagar menos al mes a costa de subir el eigen risco.
¿Cuándo y cómo debo asegurarme?


La obligación de contratar un seguro va pareja al registro. Así que si de momento no necesitas registrarte en los Países Bajos (aquí explicamos en qué circunstancias este trámite es necesario) el seguro no es obligatorio tampoco. Eso sí, si no quieres registrarte asegúrate de tener alguna cobertura médica en tu país de origen o un problema de salud imprevisto puede salirte por un ojo de la cara. Según la ley, cualquier institución médica holandesa tiene la obligación de tratar a un paciente en caso de urgencia, independientemente de si tiene o no seguro, pero luego te mandarán las facturas a casa.
Tras registrarte en el ayuntamiento dispones de tres meses para buscar un seguro de salud. Cuando lo hayas contratado te cobrarán las facturas atrasadas desde el día de tu registro, así que no te molestes en esperar hasta el último momento para ahorrar un par de meses de seguro. ¿Qué sucede si te pasas de la fecha? En principio te van cobrando multas mensuales de unos trescientos y si sigues haciendo oídos sordos el gobierno acaba contratando un seguro por ti y descontando el importe correspondiente directamente de tu sueldo.
El seguro básico cuesta prácticamente lo mismo (unos cien euros al mes) en todas las compañías. Sin embargo a la hora de añadirle extras o modificar parámetros como el eigen risico sí que aparecen diferencias sustanciales entre distintas aseguradoras. Esta web te permite encontrar el seguro más barato disponible de acuerdo con tus preferencias. Por ejemplo yo tengo Zilverenkruis, no porque sea la mejor ni la más barata, que no lo sé, sino porque fue la primera compañía que mencionaron mis compañeros de oficina (y nada más llegar no estaba yo para mucho mambo). A su favor he de decir que el registro es muy sencillo, puedes mandarles un email y te responden con los datos que necesitan sin hacerte cubrir formularios ni nada, lo cual está muy bien para novatos.
Un vez tramitado el proceso, tu aseguradora elegida te va a mandar una tarjeta a casa que demuestra que en efecto eres beneficiario de un seguro médico holandés. Pero el trabajo no termina aquí. Aunque estés asegurado, no puedes acudir ni mucho menos a cualquier clínica u hospital que encuentres por las calles Neerlandesas. El segundo paso consiste en escoger un centro médico cerca de tu casa e inscribirte en él. En este centro va a estar tu huisarts o médico de cabecera, señor con el que vas a tener que consultar todo lo que te pase y decidirá si mereces o no la atención de un especialista (normalmente lo que va a decidir es que mereces paracetamol). Las clínicas en las que trabajan los huisarts están en muchas ocasiones saturadas de pacientes, así que has de encontrar una cercana a tu casa (en ocasiones no te quieren inscribir si vives lejos) y que además tenga plazas libres. Lo más sencillo es contactar con tu aseguradora, que te dará la dirección de un doctor disponible cuya clínica debes visitar para darte de alta como paciente. Todo esto se aplica también al dentista.
He de aclarar que este procedimiento se corresponde con un seguro de tipo natura polis, que es el que tiene todo el mundo que conozco y el que te asignan por defecto si no especificas lo contrario. Tú vas siempre a tu huisarts y es el seguro quien se encarga de pagar las facturas correspondientes sin que tú te enteres de nada. Existe otro tipo de póliza, la restitutie polis, que al parecer es algo más cara pero te permite visitar al huisarts que te dé la gana. La desventaja es que aquí has de pagar todas las cuentas tú mismo y solicitar después la devolución del dinero a tu aseguradora. Si os interesa esta modalidad consultadlo con vuestra compañía, ya que yo no sé mucho más acerca de ello.
Si tras una temporada no quedas satisfecho con tu tipo de seguro o descubres uno más barato, tienes permitido cambiar de aseguradora una vez al año y siempre durante el mes de Diciembre (mes en que la televisión nos bombardea con anuncios de estas compañías).
Tras registrarme, ¿cómo voy al medico?
Si te encuentras mal lo primero que has de hacer es acudir a tu huisarts. Pero en la mayoría de las clínicas no puedes presentarte en la consulta directamente sino que has de pedir cita por teléfono. A veces ya por teléfono te dicen que ni te presentes, pues es probable que sólo tengas una simple gripe. Si te conceden la cita, en teoría sólo puedes comentar un problema por visita y ésta no ha de durar más de diez minutos. Sin embargo, como no es un sistema de salud unificado sino un compendio de clínicas privadas independientes, a veces las reglas varían entre un sitio y otro. Mi clínica en Amstelveen tenía varios doctores y seguía estas normas a rajatabla. Sin embargo la que me tocó en suerte tras venir a Amsterdam sigue sus propias reglas, ya que es una mini consulta en la que sólo trabajan un telefonista amanerado de raíces hindúes que te mira con cara de asco y un doctor gordo y campechano que te da amablemente la mano al recibirte, distribuyendo los virus entre todos los pacientes del día. Este señor invierte en cada paciente mucho más de diez minutos, minutos que transcurren mientras te cuenta cuán orgulloso está de su página web o los devenires del tío senil de su exnovia recorriendo el camino de Santiago veinte años atrás. ¿Ya os había mencionado que tienes que apuntarte a un huisart al que todavía le quedan plazas libres, verdad?
Tras vuestra visita al doctor, probablemente saldréis decepcionados y con una única instrucción: tomar paracetamol. Otros analgésicos como la aspirina o el ibuprofeno no se conocen todavía en los Países Bajos y ni siquiera se usa el término genérico analgésico (painkiller en inglés). No. Tiene que ser paracetamol. Si hiciesen un estudio de las palabras más usadas en el idioma neerlandés seguro que paracetamol estaría en los primeros puestos. Debe ser que todo el paracetamol del mundo se fabrica en Holanda y quieren priorizar el producto nacional porque si no no me lo explico. Otro de mis jefes, contagiado de la hipocondría foránea por su esposa italiana, suele comentar con su veterinario posibles enfermedades, ya que confía en su criterio más que en el del huisarts de turno. Como última particularidad, tened en cuenta que todo lo que pueda hacer el huisarts, lo va a hacer el propio huisarts. Así que, mensaje para las chicas, si tenéis molestias en ciertas zonas mentalizaos (y depilaos) antes de comentar nada de nada a vuestro médico de cabecera. Aquí os dejo un video que narra la típica visita a un huisarts (y exagera menos de lo que imagináis).

En caso de emergencia los hospitales holandeses tienen servicio de urgencias (eerste hulp) al igual que los nuestros, pero no existe esa cultura que tenemos nosotros de acudir a urgencias al mínimo percance, así que os aconsejo no presentaros allí si no queréis ganaros una mirada reprobatoria y un facturón en el bolsillo. Ante una emergencia, pero una emergencia de verdad, tenéis que llamar a un número de teléfono en el que hablaréis con un doctor de guardia que os dirá qué hacer y a dónde ir en caso de decidir que efectivamente merecéis atención urgente. El de Amsterdam es por ejemplo 0880030600. Si vivís en otro sitio os aconsejo que preguntéis a vuestro huisarts por el número de emergencias cuando vayáis a inscribiros.
En caso de sufrir un accidente que no os permita desplazaros a urgencias por vuestros propios medios llamad al 112, que es el teléfono general de los servicios de urgencia (policía, bomberos y ambulancias). Las llamadas de emergencia desde las cabinas telefónicas son gratuitas, pero no la propia ambulancia, que os computaría en el eigen risico. Impagable la historia del colega italiano que iba borracho por la calle y fue secuestrado y devuelto a su casa a la fuerza por una ambulancia salida de la nada cuya factura tuvo después que pagar de su bolsillo. Y un poco irónico ver la dierenambulance (la ambulancia de los animales) surcar las calles rauda y veloz con su sirena a toda potencia sabiendo que los humanos tenemos tan complicado que nos transporten en una.
Me han cobrado con la tarjeta sanitaria europea, ¿cómo recupero mi dinero?


Un apartado para turistas y estudiantes que no estáis asegurados en los Países Bajos. Si estáis cubiertos por la tarjeta sanitaria europea pero aún así habéis necesitado atención médica en Holanda y os han cobrado por ello, podéis solicitar la devolución de lo que habéis pagado. Para ello debéis ir al Instituto Nacional de la Seguridad Social, en España, y entregar los originales de las facturas (por lo que habrá que fotocopiarlas antes para quedarse con algo supongo) y una fotocopia de vuestro carné de la Seguridad Social. Gracias a Araceli por esta información adicional.
Y estos son mis conocimientos del tema tras dos años viviendo en Holanda. Si véis que me falta algún dato importante, ya que muchos conceptos son confusos y todavía me quedan muchas enfermedades por experimentar, coméntadmelo y lo anadiré gustosamente. Saludos.

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