Estamos en un mundo donde las palabras son meros intentos de manipular la mente. Por ejemplo, sastre, a medida, hecho a mano, artesano.
El verdadero significado de estas palabras parecen perderse como estrellas fugaces, pero la verdad es que la adaptación es donde comienzan las prendas de alta costura, los clientes y clientas de firmas de lujo saben que las prendas de pasarela se adaptarán a su medida, aunque no tengan un figura de modelo, en ese momento es cuando la sastrería comienza.
La sastrería puede venir de muchas formas, confeccionadas de miles de maneras, con los mismos conceptos básicos de lo que se quiere lograr. Cuando les digo que me apasiona la sastrería, no es sólo en el hecho a medida, a mano o confección industrial. Se trata de una gama mucho mayor de de estilo, desde un traje, a prendas para el día a día, alta costura, etcétera. Con un sólo estilo, nunca llegaremos a comprender las bondades de la sastrería y del estilo, de esta manera se puede estar constantemente en evolución de aprendizaje sobre mi estilo.
No se debe pensar en grandes sastres para adquirir un traje para un evento particular, su función va más allá, desde una camisa, un pantalón una chaqueta, el sastre siempre nos recibe con agrado, como un amigo cuando visitamos su casa, ya que entramos en sus dominios de voluntad propia y porqué sabemos que sus manos son ejemplo de trabajo.
Una chaqueta confeccionada a mano, se puede combinar con un par de vaqueros, chinos o un pantalón de lana, ya que cada estilismo que le demos será transformador, la prenda siempre será una segunda piel que mostrará lo sublime de nuestra figura, independientemente del tipo de cuerpo.