Tal vez Baudrillad divagó entonces sin llegar a vislumbrar lo que los interfaces de conexión digital iban a conseguir en corto espacio de tiempo, ya que en el momento de su muerte, en 2007, los smartphones eran aún raros y caros objetos del deseo consuetudinario. En 2019 han devenido elementos de consumo masivo, tan trivializados que somos incapaces de valorar sus plena capacidades.
Jürgen Habermas reflexiona acerca de este consumo y de cómo estamos saturados de tecnología: "La vida diaria saturada de tecnologías exige de nosotros los legos, como siempre, un trato trivial con aparatos y sistemas que no entendemos, una confianza habitual en el funcionamiento de técnicas y redes de transmisión que ignoramos."
[leer más en Nexos] alfonsovazquez.com ciberantropólogo