Hoy os hablaremos de la secta Amalurra, este nombre proviene de la aldea en la que viven todos los miembros de esta.
Los sectarios dan a conocer el lugar como un sitio creado para recuperar los valores perdidos, como por ejemplo la solidaridad… Un sitio donde la naturaleza, el amor y el cariño predominan ante todo. Este sitio cuenta con un hotel, una escuela, un restaurante y un spa.
Cuando una familia llegaba a ese lugar Irene personalmente se encargaba de convencerlos diciéndolos que el tenían que abandonar la vida de antes, y que solo lo podrían hacerlo entregando dinero, que como más dinero entregaban más liberación y luz en sí mismos encontrarían.
Los inicios de Amalurra
Un grupo de personas que decían tener la capacidad de canalizar la energía, decidieron emprender un proyecto juntos para poder tener una mejor forma de vida. La idea fue de su líder Irene Goikolea.
La líder
La líder en este caso, era una persona clave para todos los miembros más que nada a nivel espiritual y económico. A nivel espiritual porque supuestamente esta era guiada por los “Maestros” y nunca se equivocaba en sus decisiones, por este hecho nunca reflexionaba, ni admitía una crítica de nadie, ni pedía perdón.
Y a nivel económico porque todas aquellas familias que se han sometido a la voluntad de la secta, a excepción de su líder tienen que soportar unos gastos mensuales propios de la gente adinerada, como por ejemplo: la guardería, la participación de la sociedad limitada, los seminarios dónde acudían los miembros a la terapia que la sectaria Irene Goikolea hacía guiada por la voz de “Los Maestros”… Todos estos gastos oscilaban aproximadamente a los 2000 euros mensuales. Sin contar por supuesto que cada familia tenía sus propios gatos. Delante de esta situación había muchas familias que no llegaban a fin de mes e incluso se tenían que hipotecar para poder pagar ese “nivel de vida”. Y a aquellas que no podían pagar la líder se encargaba de manipularlos y presionarlos, con la finalidad de que buscaran dinero.
Cuando alguna de estas familias le decía a la líder los problemas económicos que tenían, ella siempre se los quitaba de encima diciéndoles que si no fluía el dinero era por su actitud interior… Irene mientras tanto gastaba enormes sumas de dinero en construcciones, en lugar de ayudar a las familias de esta “comunidad”.
El dinero de Amalurra
Una de las cosas que pagaba la líder con el dinero de los otros miembros era sus gastos personales, como por ejemplo, sus facturas del teléfono móvil, o una hipoteca de un piso que tenia e incluso la seguridad social entre otras muchas cosas, eso sí, exceptuando los gatos comunitarios que ella no los pagaba.
En la actualidad Irene ya no vive en “esa comunidad” y ahora viven aún 12 familias.
A continuación os dejo unos vídeos sobre Amalurra:
http://amalurra.boosterblog.es/
http://www.irenegoikolea.org/?p=431