Revista Cultura y Ocio

La Segunda República y el preludio a la Guerra Civil

Por Mauriciojaviercampos @mauriciojcampos
"Pero hay que cuidarse de estos muertos de gesto manso y que solo saben decir frases conciliadoras. Cuando menos se piensa, levantan la losa bajo la que yacen y, con gesto categórico, ofrecen a su pueblo oprimido el ansiado desquite". Luis Jiménez de Asúa.
Fragmento del prólogo al volumen Los masones del exilio: Crónicas e imágenes.
Carta a la Primera República Española
Desde el 11 de febrero de 1873 -y hasta el 29 de diciembre de 1874-, queda instaurada en España la Primera República. Le sucedió al reinado de Amadeo I y le siguió, una vez depuesta, la Restauración Borbónica.En la tenida de febrero 15 de 1873 la Logia Verdadera Iniciación que trabajaba en Barcelona y dependía del Gran Oriente del Uruguay, resolvió enviar una carta de felicitación y apoyo al nuevo gobierno español. Sus autoridades, a través de la palabra de Francisco Pons, justificaban su accionar de la siguiente manera (1):
"QQ.´. HH.´.Quizá el contenido de la proposición que se acaba de leer haya impresionado el ánimo de alguno de vosotros por considerar sea aquella dictada y presentada por un espíritu de partido y por tanto, contrario a los Estatutos de la Orden que prohíben la discusión en nuestros templos de asuntos de tal naturaleza.Felizmente HH.´. no es la pasión de partido ni tampoco mira alguna determinada que nos haya impulsado a ello. Únicamente el grande amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, principios sagrados y que inscritos en nuestros estandartes hemos jurado defender y propagar, ha sido el móvil que impulsando nuestros corazones nos ha animado a proponer a la logia manifestara su satisfacción y ofreciera al mismo tiempo su apoyo moral al Gobierno provisional con motivo del planteamiento de la República en España.Al hacer esa proposición hemos creído interpretar fielmente las tendencias y los altos fines de nuestra augusta Sociedad; pues si bien ella es agena (sic) a todo acto político o religioso, es necesario comprender que es a la política de partido y a la religión de secta, a las que ella se refiere, y que jamás puede mostrarse indiferente o impasible ante aquellos actos solemnes que impuestos en circunstancias especiales, traen consigo un espíritu de progreso y una hermosa esperanza de paz y bienestar a una parte siquiera de la humanidad harto escarnecida y esclavizada como la desgraciada nación española.He aquí porqué HH.´. el advenimiento de la República en España no puede menos de interesarnos y ser útil también a nuestra Institución, pues además de desterrar rancias y supersticiosas creencias, de proscribir viejas y ruinosas teorías, ella promete implantar en la desgraciada España una nueva era de libertad y de justicia que haciendo honor a la Asamblea Nacional dará al mismo tiempo la debida parte de gloria a la Masonería española que incansable y activa en sus trabajos de propaganda, ha logrado fuesen ya hijos suyos la mayor parte de los representantes del pueblo.Fiando pues en vuestra cooperación y creyendoos inspirados en iguales sentimientos no dudo que unánimemente aprobaréis nuestra posición al mismo tiempo que como masones primero y como ciudadanos después, desde hoy más redoblaremos todos nuestros esfuerzos morales para coadyuvar y hacer que se consolide este nuevo estado de cosas, que a más de asegurar en España la existencia de nuestra Institución, nos abre un ancho campo para llegar al logro de sus justas y sublimes aspiraciones".
La carta
A L.´. G.´. D.´. G.´. A.´. D.´. U.´.La Resp.´. Log.´. Verdadera Iniciación de la obediencia del G.´. O.´. del Uruguay.Salud y fe Mas.´.Or.´. de Barcelona 15 de febrero de 1873 (E.´. V.´.)Al Gobierno Provisional de España:Aunque colocada por los Estatutos de la Orden Masónica fuera de las discusiones y de las luchas políticas, la logia Verdadera Iniciación no ha podido contener el espíritu universal de sus simpatías por el gran movimiento nacional que acaba de operarse en España.Los franc-masones han escrito en todo tiempo en su bandera estas palabras: libertad, igualdad, fraternidad y al verlas hoy en el estandarte de España saludan el triunfo de sus principios y se felicitan de poder decir que la patria ha recibido por vosotros la consagración Masónica.Recibid pues nuestra fraternal adhesión y que el G.´. A.´. del U.´. os proteja e ilumine en la grande y ardua tarea que os está confiada.Ven.´. José Victory 30.´.S.´. Francisco Anguera 3.´.
Desde el Río de la Plata, Victory y Suárez, hijo, director de la Revista Masónica Americana, saludaba el advenimiento de la República en estos términos (2):
"Faltaríamos a uno de nuestros más sagrados deberes si no dedicáramos algunas líneas en obsequio de la proclamación de la República en España.A pesar de cuanto empeño pongan nuestros enemigos para presentar a la Masonería como un club de acción política y tenebrosa, y a pesar de la preocupación de aquellos de nuestros adversarios en el seno mismo de la Institución, que la consideran absolutamente agena (sic) al movimiento revolucionario de la Humanidad; lo cierto es que su divisa no puede ocultar su simpatía por la libertad y que siendo la República democrática federal, la fórmula de hacer práctica aquella libertad, la Masonería no puede mezquinar sus aplausos cuando la República se levanta en un pueblo donde tanto se afana la Masonería por el progreso y más, cuando se levanta con tanta dignidad y con tanta nobleza, como se acaba de levantar en el país clásico de los mártires y los héroes por la causa del pueblo como la España.La verdadera Masonería es la revolución republicana pacífica: esa revolución que se opera en la esfera de la conciencia por el convencimiento de la justicia del derecho democrático y la práctica de toda idea generosa y noble.Masones fueron los que alentaron la reforma que debía dar al pueblo el goce del libre exámen, que era liberalización de la conciencia; masones los que prepararon la ruina del feudalismo para que de ella brotaran los santos "derechos del hombre y del ciudadano"; masón fue Washington y Lincoln y Garibaldi lo es aún después de su epopeya revolucionaria.Cumplimos pues, un grato deber de conciencia al enviar también nuestra felicitación al pueblo español y con él a nuestros hermanos de la antigua Iberia, por la proclamación de la República en España.Que sea ella la estrella reluciente que guíe al pueblo español a su bien merecida prosperidad".
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La Segunda República y el preludio a la Guerra Civil. Fragmento
El siguiente texto fue publicado por la revista Verbum (3), órgano de difusión oficial del Gran Oriente Federal Argentino-G.O.F.A., a poco de celebrarse las elecciones generales de febrero de 1936 en España, y a partir de las cuales, poco después, Manuel Azaña asumirá la presidencia de la Segunda República, siendo el suyo el último gobierno democrático de este período.En los próximos años, y ya concluida la Guerra Civil, el G.O.F.A. cobijará a los exiliados perseguidos por la dictadura del General Franco.
"El pueblo español acaba de confirmar en una forma expresiva y categórica su afirmación de voluntad republicana hecha el año 31.Votó el cambio de régimen en aquella fecha, como una reacción contra el oprobio de la dictadura y contra los abusos y errores de la monarquía. El resultado, aunque no imprevisto, sorprendió a los mismos republicanos.Ahora, después de la trágica experiencia del último bienio, la cuestión se ha planteado en términos más claros y precisos; o se devolvía a la República el contenido ideológico que le habían dado las Constituyentes, o se daba marcha atrás entregando el poder a los enemigos del régimen. No había términos medios ni eran posibles soluciones color gris.Y por esto, porque el pueblo español sabiendo exactamente lo que votaba, ha dicho con claridad lo que quiere, es que esta última consulta a su voluntad tiene un significado histórico de igual trascendencia que el del 12 de abril.Rescatada la República vuelven al poder los hombres que con clara visión de su responsabilidad ante la historia y ante el mundo orientaron sus primeros pasos hacia un régimen de convivencia social más justo y más humano.Generosos con el vencido, no destruyeron lo que forzosamente debían destruir para ser substituido por la nueva estructura republicana. Este error había de trabar después su natural desenvolvimiento y estuvo a punto de costar la vida al nuevo régimen.La Iglesia Católica, que convertida en España en política católica, pretende una función más tangible y concreta que la curatela de almas, ha de resignarse a perder definitivamente las prebendas de que disfrutó ayer y ya que Dios no se dignó ayudarla en el trance amargo de las últimas elecciones, las contemplaciones de parte de un gobierno genuinamente republicano y libre pensador, serían ridículas; no se debe ser más papista que el Papa.El problema social, en su aspecto más apremiante y agudo, la redistribución de la propiedad agraria habrá de ser encarado y resuelto con firmeza y valentía.Estos dos y el de las autonomías regionales son los más graves a resolver, ya que la reacción política encarnada en ese ridículo personaje de misa de doce y pistola al cinto que soñaba con una dictadura a lo Salazar o a lo Dollfuss ha dejado de preocupar seriamente.Figuran en el nuevo gobierno y en el parlamento las figuras más destacadas de la Masonería Española; por esto y porque tenemos plena fe en que al estructurar la nueva España traducirán en leyes, el espíritu y los postulados de nuestra Orden, los masones del Gran Oriente Federal Argentino consideramos su triunfo como cosa propia y hacemos votos fervientes para que sepan aprovecharlo y administrarlo".
La Segunda República y el preludio a la Guerra Civil
Notas
(1) Revista Masónica Americana, Año 1º, Nº 9, 15 de marzo de 1873.
(2) Revista Masónica Americana, Año 1º, Nº 12, 30 de abril de 1873.
(3) Revista Verbum, Segunda época, Año II, Nº 19, Buenos Aires, 1º de marzo de 1936.

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