Revista Cultura y Ocio

La segunda vida de Viola Wither. Stella Gibbons

Por Mientrasleo @MientrasleoS

La segunda vida de Viola Wither. Stella Gibbons
     "Por muy difícil que resulte hacer un jardín aburrido, el viejo señor Wither lo había logrado.
     Aunque no era él quien se encargaba directamente de gestionar los jardines de su hacienda, cerca de Chesterbourne, en Essex, su falta de interés y su rechazo a invertir dinero en ellos condicionaban el trabajo de su jardinero. El resultado era un césped escaso y una rocalla de yeso con muy poca sustancia que se extendían hasta donde la vista alcanzaba, y un montón de insulsos arbustos que al señor Wither le encantaban porque hacían bulto y daban poco trabajo. También le gustaba que pareciera ordenado. "
     Si algo ha conseguido Impedimenta, es que todos conozcamos el nombre de Stella Gibbons y muchos nos paremos delante de cada título suyo que nos van dejando descubrir. Y justo eso me pasó con el que traigo hoy a mi estantería virtual. Me paré en seco a leer la sinopsis. Hoy traigo a mi estantería virtual, La segunda vida de Viola Wither.
     Conocemos a Viola, una joven dependienta que se casa con un hombre perteneciente a la alta burguesía de la Inglaterra rural. Poco después de la boda, muere el padre de Viola dejándola una herencia sorprendentemente miserable, de tan sólo 30 libras. Y como estas cosas nunca vienen solas, mientras se recupera de la sorpresa al descubrir la poca fortuna de su padre... también fallece su marido. Y este que si que la sorprende con su más que modesta situación. Así es como la joven viuda acaba por vivir con la familia Wither, que ni la aprecia ni se caracteriza por su vivacidad. Allí, la joven Viola cambiará su vida y comenzaremos su historia.
     Gibbons sabe narrar, eso está claro. Destila frescura e ironía, y al mismo tiempo es capaz de hacer las delicias de los amantes de Jane Austen. En esta novela más de una vez me sorprendió leer sobre bicicletas o coches ya que no podía evitar irme atrás en el tiempo y situarla de forma casi victoriana. Un pueblo, Essex, un par de familias con conceptos muy distintos de las cosas y un montón de vida social: ya sólo faltaban los enredos que Gibbons está dispuesta a facilitarnos para dejarnos ver entre líneas un reflejo de la sociedad rural de la época bastante certero.
     Me ha gustado la historia en la que Viola no es una protagonista absoluta, de hecho hay otra historia de amor que me resultó casi más interesante que la de ella. Tal vez porque la palabra chófer chocaba, pero reconozco que me atrajo más desde el principio. Una novela de mujeres, todas distintas, y llena de momentos para la sonrisa entre divertida e irónica que ya nos había mostrado su autora al presentarnos a Flora Poste en un libro en el que, si bien no suceden grandes cosas, nunca dejan de pasar esas pequeñas que forman la vida. Por ponerle un "pero"... caer en lo obvio, me hubiera gustado más que se mantuviera en el margen (no lo explico más porque no quiero dejar entrever nada del argumento, pero si lo habéis leído ya me comentaréis).
     Una historia divertida y amena que nos hará pasar unos ratos muy agradables. No me extraña que nos sigamos parando delante de los libros firmados por Stella Gibbons.
     No soy una persona que sonría con facilidad ante un escrito, y este lo ha conseguido a grades ratos. Y vosotros, ¿sois de sonrisa fácil leyendo?, ¿me recomendáis algo?
     Gracias

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