Revista Salud y Bienestar
Steven D. Levitt (economista) y Stephen J. Dubner (periodista) publicaron en 2005 su libro Freakonomics, en el cual intentaban explicar diversos comportamientos humanos echando mano de la teoría económica. Una divertida y agradable lectura que ayudaba a reflexionar sobre temas tan diversos como los incentivos, las necesidades o la toma de decisiones individuales y colectivas.
Además de aquel libro, Levitt y Dubner diseccionan desde entonces la actualidad en su blog del New York Times (muy recomendable, por cierto). Un ejemplo reciente es esta entrada sobre la reforma sanitaria de Obama, con interesantes aportaciones sobre el tema.
Hace poco se publicó su nuevo libro: Superfreakonomics. En la contraportada del libro se anunciaban algunas de las preguntas a las que el libro intentaba dar respuesta:¿En qué se parece una prostituta al Papá Noel de unos grandes almacenes?¿Cuán útiles son los cinturones de seguridad?¿Cuál es la mejor manera de atrapar a un terrorista?¿Provocó la televisión un incremento del crimen?¿Qué tienen en común los huracanes, los ataques al corazón y las muertes en carretera?¿Para el ser humano es innato el altruismo o el egoísmo?¿Podemos salvar el planeta comiendo canguro?¿Qué genera más valor añadido, un proxeneta o un agente inmobiliario?
Pero una de las preguntas nos llamó la atención poderosamente la atención: ¿Por qué los médicos se lavan tan poco las manos? Resultó que un capítulo dedicaba varias páginas a desmenuzar el problema del lavado de manos en los hospitales y su baja tasa de cumplimiento.
Lógicamente lo mejor que podéis hacer todos es buscar el libro y leerlo, pero hasta que lo hagáis os anticipamos que hablan de Semmelweis, del informe "To err is human" y finalmente se plantean la siguiente pregunta: si el lavado de manos es tan eficaz para reducir las infecciones, ¿por qué los médicos no se lavan las manos? El capítulo aporta ideas y experiencias de algunos hospitales americanos, muchas de ellas recogidas en esta entrada de su blog titulada "Selling soap".
En el libro y en el blog cuentan la experiencia del Cedars-Sinai Medical Center, y de los obstáculos que se encontraron para mejorar el porcentaje de lavado de manos ente profesionales. Además de los puramente logísticos, hubo otros de índole psicológico como los problemas de percepción y la arrogancia. Al final, la opción que utilizaron fue realizar un cultivo de los gérmenes encontrados en las manos de los médicos y, además de informarles de los datos concretos de cada uno, algunas imágenes ampliadas del microscopio fueron utilizadas como protectores de pantalla en los ordenadores de las unidades asistenciales. Según cuentan, esto funcionó...
Que la problemática de la mejora de los hábitos asistenciales en seguridad del paciente (concretamente del lavado de manos) aparezca en libros como Superfreakonomics (número 22 entre los más vendidos de no-ficción en Estados Unidos), es una muestra de que este tipo de problemas preocupa a la sociedad en general. Ahora, a leerlo.
Por cierto, recientemente tuvimos la oportunidad de hablar de algo parecido acerca del marketing, el comportamiento y el lavado de manos en el Congreso de Enfermería de Plasencia. Os dejamos aquí el enlace a la presentación