Revista En Femenino

La seguridad viaja de espaldas, también en trayectos cortos y poco frecuentes

Por Felizenbrazos

Cuando nació Sara nos informamos muy bien sobre los Sistemas de Retención Infantil, SRI, que existían. Gracias a mi mejor amiga que tenía un niño 1 año mayor que Sara y que estaba muy puesta, conocí las sillas a contramarcha y su idoneidad no sólo los primeros meses de vida, sino por lo menos hasta los 4 años. Desde ese momento, nos informamos muchísimo y ahora soy firme defensora de que los niños viajen de espaldas, cuanto más tiempo mejor.

Sobre viajar a contramarcha he escrito alguna vez, podéis leer este artículo que escribí hace tiempo sobre esos padres que no quieren ver el peligro por más que les expliques las consecuencias que podría haber en un accidente viajando con una silla en el sentido de la marcha.

Y hoy, dentro de esa categoría, quiero dedicar especial atención a los viajes cortos y poco frecuentes. A los desplazamientos esporádicos en ciudad.

Parece que el hecho de montar a un niño en el coche sólo alguna vez de vez en cuando, o sólo para ir de casa al cole, que está a la vuelta de la esquina, le resta importancia a la seguridad. Parece que estadísticamente, hay pocas probabilidades de que algo ocurra. Yo nunca he sido muy buena es probabilidad y estadística, asignatura que en la universidad me traía de cabeza, pero por lo menos entiendo los conceptos más básicos.

Vamos a ver. Si alguien viaja en coche todos los días de la semana una media de una hora diaria, es decir, 7 horas semanales, por probabilidad tendrá más posibilidades de tener un percance que alguien que monta en coche sólo una media de 50 minutos a la semana. Vale, eso es cierto. Pero ¿quiere eso decir que alguien que sólo monta en coche 50 minutos a la semana no vaya a tener un accidente? Pues evidentemente, NO.

Otro ejemplo más claro. La probabilidad de que nos toque la lotería de Navidad es minúscula (un 5% para un premio bueno y 1 entre 100.000 de que nos toque el “gordo”, según datos facilitados por un profesor universitario), pero eso no nos impide jugar cada año por si toca y vaya que si toca, quizás no a nosotros, pero siempre vemos a gente celebrando cada navidad que les ha tocado bastante dinerillo. Lo que quiere decir que alguna vez pasa, puede pasar, las probabilidades pueden ser pocas, pero a alguien le pasa.

En los trayectos en coche pasa lo mismo. Quizás las probabilidades sean menos cuanto menos rato se va en coche, pero eso no quiere decir que el peligro no esté ahí y que podamos tener la mala suerte de tener un accidente.

Vamos a ver datos reales facilitados por la DGT del año 2013: Durante el año 2013 se notificaron 89.519 accidentes con víctimas. Estos accidentes ocasionaron 1.680 fallecidos  y 10.086 heridos graves. Un 49% de los heridos graves se ocasionaron en vías urbanas. En los menores de 15 años el número de heridos graves ha aumentado un 10% respecto al año anterior. En el año 2013 fallecieron 46 niños (esta cifra también incluye atropellos) y resultaron heridos graves 410 niños. En relación al uso de sistemas de retención infantil 4 de los niños fallecidos no los utilizaban ni 14 de los 88 heridos graves tampoco. En vía urbana hubo 450 fallecidos y 4904 heridos graves. Durante 2013, la mayoría de los accidentes con víctimas tuvo lugar en vías urbanas, localizándose seis de cada diez accidentes en este tipo de vías. Todo el informe completo de la DGT lo podéis leer en este enlace.

¡¡46 niños muertos en accidentes de tráfico!! ¡¡410 niños heridos graves!! Y la mayoría de los accidentes tuvo lugar en vías urbanas. 4 niños fallecidos no llevaban SRI, lo que indica que el resto SÍ lo llevaba, pero NO era el SRI adecuado.

Con estos datos en la mano, deducimos que aunque cojamos poco el coche, hay más probabilidad de sufrir un accidente dentro de la ciudad que fuera de ella. Así que aunque sólo llevemos al peque de casa al cole, por ejemplo, la posibilidad de que haya un siniestro es grande.

Hay noticias que nos impactaron por su dureza, y esas noticias son las que deberían hacer que nos replanteemos cómo llevamos a nuestros hijos en el coche. En Diciembre del año pasado, un niño de 2 años y medio falleció en su pueblo al chocar el coche de su madre contra un bordillo. El niño iba sentado en su SRI (mirando al frente) y tuvo lesiones tan graves en el cuello que falleció unas horas después. En Noviembre del año pasado, Gabriel el Vikingo también sufrió un accidente en el coche de sus padres con sólo 2 años y medio, en una silla de frente a la marcha. Las lesiones en el cuello fueron tan graves que le dejaron pentapléjico. Por desgracia, hace apenas un mes, Gabriel falleció. Ambos fueron accidentes a poca velocidad y ambos, con sillas en sentido a la marcha.

Imagen cedida por Nordic Baby

Imagen cedida por Nordic Baby

¿Qué ocurre con los menores de 4 años? Que tienen una cabeza muy grande en comparación con su cuerpo. Esto hace que en caso de colisión, si el niño va sentado en una silla mirando al frente, su cuello se estirará hasta unos niveles exagerados. Si un adulto en una colisión en ciudad sufre de latigazos cervicales, ¿os imagináis esa misma presión sometida al cuello débil de un bebé? Es cuestión de física. En estas imágenes que os pongo, cedidas por Nordic Baby y la página de Facebook Que los niños viajen a contramarcha lo explican fenomenal.

Imagen cedida por Nordic Baby

Imagen cedida por Nordic Baby

Hace muchos años que en Suecia usan sólo sillas a contramarcha para menores de 4 años y más. Y los datos de fallecimiento y heridas graves por accidente de tráfico son mucho menores que en España. Por eso, mi hija viaja a contramarcha. También en trayectos cortos.

Imagen cedida por Nordic Baby

Imagen cedida por Nordic Baby

Hasta hace poco sólo hemos tenido una silla, que llevábamos en el coche grande. Si por cualquier circunstancia teníamos que coger el coche pequeño, cambiábamos la silla de coche y listo. Desde que Jose falleció, el único coche en el que se ha subido Sara ha sido el mío. Si en algún momento mi hermana se iba a llevar a la niña, cambiábamos de coche y listo. Pero cuando me cambiaron los horarios de trabajo, me encontré que necesitaba que mi padre y/o mi hermana recogiesen o llevasen a Sara a la guarde. Entonces apareció el dilema. Según ellos, como era algo puntual, sólo iban a llevar en coche a la niña algún día suelto a la semana y durante un trayecto corto (10 minutos en ciudad), no veían ningún peligro en llevar a la niña en una silla de cara a la marcha que tenía 13 años (la que usé yo con Lucas). Pero yo no era capaz de soportar esa decisión. Así que decidí invertir de nuevo en la salud de mi hija y en su futuro y me fui a ver a Cristina Barroso a su nueva tienda Nordic Baby. Y salí encantada, naturalmente.

Carga sobre el cuello en una silla ACM

Carga sobre el cuello en una silla ACM

He comprado otra silla ACM. Ahora tengo dos. En mi coche he dejado instalada la Axkid Minikid una silla a contramarcha que sirve de 9 a 25 kilos. Y en el coche de mi padre/hermana he dejado la Klippan Triofix, que va de espaldas a la marcha hasta los 18 kilos (Sara pesa 15 Kg) y luego se gira y va en sentido de la marcha hasta los 36 Kg. Esta es más fácil de poner y quitar, y aunque al principio pusieron sus reparos porque no veían el peligro, ya está la silla instalada en el coche que lleve a mi hija y asunto resuelto.

Klippan Triofix

Klippan Triofix

Porque la seguridad en el coche viaja de espaldas. Porque en trayectos cortos también existe el riesgo. Porque invertir en la vida de nuestros hijos es la mejor inversión que podemos hacer. Por todo eso, mi hija viaja a contramarcha cuanto más tiempo mejor.

Axkid Minikid

Axkid Minikid


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