La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) ha abierto este mes la convocatoria anual de ayudas económicas para entidades organizadoras de campamentos de niños asmáticos y alérgicos. La solicitud de las mismas se llevará a cabo a través de la secretaría técnica de la sociedad hasta el próximo 1 de abril. Se trata de una concesión de 10.000 euros que la SEICAP otorga a estas organizaciones con el objetivo final de capacitar a los niños para aumentar su autonomía a través de una formación en autocuidados. Para ello, se les enseña a tener un buen control, cuidados y manejo de su enfermedad alérgica, a convivir con ella y a saber cómo actuar en caso de crisis. Los requisitos para presentar la solicitud se incluyen en la web www.seicap.es.
Cada año y desde hace más de una década la SEICAP colabora de manera económica con las organizaciones de campamentos y colonias educativas para niños asmáticos y con alergias alimentarias entre los 8 y los 14 años, distribuidos en distintos puntos de la geografía española. “A diferencia de los tradicionales, en estos centros existe un control sanitario de la enfermedad de cada menor, así como de su alimentación, y hay una formación dirigida por parte del personal, pero todo ello a través de actividades para que jueguen y se diviertan aprendiendo”, señala el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP. En los campamentos convencionales el personal no suele estar formado en alergias y, en cuanto a la atención en casos de reacciones agudas, solo tienen un curso de primeros auxilios que no incluye la administración de adrenalina para reacciones anafilácticas.
Un estudio publicado en diciembre en The Journal of allergy and clinical immunology concluye como los autoinyectores de adrenalina no están disponibles en los campamentos para los niños alérgicos a los alimentos y que menos de la mitad de estos los incluye en su mochila.
Un análisis realizado por el Grupo de Educación Sanitaria de la SEICAP en 30 campamentos, permitió comprobar que cuatro de cada diez no ofrecen información relacionada con las alergias en su página web y, además, la mayoría no disponen de servicio de enfermería o personal sanitario. “La falta de información, formación y control sobre las enfermedades alérgicas hace que muchos padres tengan miedo de llevar a sus hijos a estos centros”, explica el doctor Juliá.
Los campamentos subvencionados por SEICAP son organizados por fundaciones, sociedades científicas o asociaciones de pacientes, entre otros. Así, el doctor Juliá, con el Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP y la Unidad de Alergia del Consorcio Hospital Universitario de Valencia organiza todos los años unas colonias de fin de semana para niños con asma. “La experiencia es tan gratificante para profesionales, padres y pacientes, que este año celebramos el 25 aniversario”, señala. Por ello, el primer fin de semana de abril han organizado un reencuentro de monitores y profesionales con familias, en el que también participará el doctor Juan Carlos Cerdá, miembro del mismo grupo y fundador de las colonias. Por su parte, otro miembro del Grupo de Trabajo de SEICAP, el doctor Carles Lucas, organiza desde hace 27 años un campamento en Barcelona para niños con asma y alergias a alimentos y látex. Entre los resultados obtenidos destaca cómo a su término los pequeños tienen un conocimiento mayor del tratamiento y sus dudas sobre los síntomas y el uso de adrenalina quedan resueltas con respecto a cuando entraron.
Aprender jugando
Uno de cada cinco niños sufre algún tipo de alergia, uno de cada diez es asmático y 4 de cada 50 tienen alergia a alimentos, según datos de la SEICAP. “La prevalencia de asma y alergias se ha incrementado en los últimos años por lo que cada vez se reclaman más campamentos en los que los niños estén seguros y, a la vez, adquieran conocimientos sobre su enfermedad para mejorar su calidad de vida”, apunta el doctor Juliá. Entre otras cosas, en los subvencionados por SEICAP se les enseña, por ejemplo a que conozcan la función del aparato respiratorio, los mecanismos fisiopatológicos y factores desencadenantes del asma o las medidas preventivas. Este especialista subraya que, “para hacerlo más dinámico y atractivo este tipo de charlas o coloquios se sustituyen por representaciones teatrales, talleres o gymkanas que hacen que aprendan jugando”.
La organización de este tipo de campamentos permite tener referencia del estado del niño asmático durante las 24 horas del día y entrenarle en hacer unas mediciones controladas de su flujo respiratorio y de la evolución de su enfermedad. “La seguridad que aportan para sus familias es determinante, pues saben que si su hijo sufre alguna crisis será atendido de manera correcta y rápida, algo que en muchos casos es vital y que no está garantizado en campamentos tradicionales”, advierte el doctor Juliá. Por otro lado, de esta manera, “es beneficioso para evitar el proteccionismo de muchos padres pues han de acostumbrarse a que sus hijos participen en actividades similares y aprender a disfrutar”, añade.
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Carlos Mateos / Rocío Jiménez. COM SALUD.
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