Esta vez el culpable fue otro feriado: el Día del Trabajo y también las ganas y la flojera de hacer otra cosa que no sea leer.
Miércoles 25: Crónica de una muerte anunciada - Gabriel García Márquez: El colombiano en todo su esplendor. Aunque no soy muy fanático, esta breve novela es un despliegue endiablado de habilidad, color, un lenguaje brillante y un innumerable juego con los tiempos. Extraordinaria.
Jueves 26: Amberes - Roberto Bolaño: Debe haber sido que lo leí muy apurado o quien sabe, pero es el único libro del chileno que me ha parecido fallido. Una historia que se insinúa entre muchas descripciones y escenas (aparentemente) inconexas. Tiene partes interesantes, pero que no llegan a cuajar.
Viernes 27: 20 poemas de amor y una canción desesperada - Pablo Neruda: No digo nada nuevo si alabo las bondades de este extraordinario poemario. Mis favoritos: los poemas 1, 3, 10, 12, 15 y el recontra clásico poema 20.
Sábado 28: El sentimiento trágico de la Liga - Fernando Iwasaki: Excelente recopilación de artículos que comentaban, fecha a fecha los sucesos de la Liga Española, en esa extraña temporada, en la que Chemo del Solar, Percy Olivares y "Balán" Gonzáles jugaban en el mejor fútbol del mundo.
Domingo 29: El lenguaje de Buenos Aires - Jorge Luis Borges/José Edmundo Clemente: Creo que "El idioma de los argentinos" es el único ensayo de Borges que no me gusta tanto como los otros. Reflexiones sobre linguistica, lunfardo etc.
Lunes 30: Más bello que el silencio: ¿Por qué leer y escribir novelas? - Rosa Montero. Un breve texto de una conferencia que hizo la autora. Muy entretenida e interesante como todas sus reflexiones sobre la lectura y el acto de escribir, un poco en la línea de La loca de la casa.
Martes 01: Historia del cerco de Lisboa - José Saramago: Empecé a leer esta novela ese día y lo seguría haciendo por varios más. Tiene lo que tienen todos los libros del portugués: haaarto floro, fina ironía, frases de antología, personajes solitarios, romances inesperados, crítica a lo establecido. Y uno nunca se cansa de leerlo.
¡Sigamos leyendo!