Revista Cultura y Ocio

La señorita Pym dispone, de Josephine Tey

Publicado el 06 octubre 2015 por Rustisymustis @rustismustis
La señorita Pym disponeAutora: Josephine TeyEditorial: Hoja de lataISBN: 9788494280566Páginas: 319
SinopsisTras convertirse de la noche a la mañana en escritora de éxito gracias a su libro de psicología popular, la menuda e insegura señorita Pym es invitada a dar una conferencia en Leys, la prestigiosa escuela de educación física para jovencitas situada en plena campiña inglesa. A primera vista, y a pesar del extenuante ritmo de estudios, todo allí resulta ideal: la segunda guerra mundial acaba de terminar, el aire de los jardines es vivificante, las jóvenes alumnas no pueden ser más inteligentes y amables y el variopinto profesorado resulta sugerente y cabal. Pero, bajo la atenta y analítica mirada de la señorita Pym, esa imagen de apacible rutina irá poco a poco desmontándose a partir de pequeños y enigmáticos incidentes que harán aflorar el lado menos amable del internado. Un apasionante puzle de piezas desencajadas y giros inesperados que poco a poco irán dibujando un sorprendente desenlace.


Reseña de Rustis
Josephine Tey (seudónimo de la novelista y dramaturga escocesa Elizabeth Mackintosh) es reconocida como una de las damas del crimen británico, pese a lo que no goza de la difusión merecida en España. Solamente disfrutamos, en nuestro idioma, de la novela La hija del tiempo (RBA), a la que se añade esta cuidada edición preparada por Hoja de Lata, que salió a la luz en abril de 2015.
La señorita Pym dispone, de Josephine Tey
Se convierte casi en rutina del blog aplaudir el maravilloso trabajo que esta pequeña editorial asturiana lleva a cabo, en este caso con una colección, “Sensibles a las letras”, que está poniendo en circulación textos muy del gusto del público pero poco conocidos pese a su extraordinaria calidad. Destaca en esta ocasión el acertado diseño de la portada, que comunica en una sencilla imagen gran parte del contenido que vamos a disfrutar en la novela: un pequeño pueblecito de la campiña inglesa, en el que se ubica el colegio de señoritas Leys, recibe la visita de Lucy Pym que se convertirá, poco a poco, en la perspicaz y poco común detective que observa con su lupa cuanto sucede en el lugar.
Decir que la escocesa Josephine Tey es, junto a autoras tan nombradas como Agatha Christie o Dorothy L. Sayers, una de las grandes damas de la literatura criminal británica, hace suponer que esta entretenida novela constituye una narración de detectives clásica. No lo es en absoluto, aunque parta de algunos códigos procedentes del género y pueda, en cierta medida, definirse como “novela de misterio”. Existe algo que resolver en la trama de La señorita Pym dispone, algunos pequeños enigmas se van posando sobre las páginas, aunque en la mayor parte del texto el interés recae sobre el estudio de los personajes y la comprensión de las almas y caracteres de todos ellos, más que en dilucidar ningún secreto. De hecho, Josephine Tey regula la acción de la novela magistralmente, enfocando nuestra mirada en una dirección para, en los últimos capítulos, llevarnos ya sí al terreno del crimen. Ni siquiera entonces la resolución será la propia de la novela clásica, puesto que las dimensiones que alcanza la obra abarcan mucho más que el mero “qué sucedió”, para adentrarnos en una disquisición de contenido moral: la protagonista, más que detective al uso, será el personaje convertido repentinamente en dueño de la situación, y su batuta parecerá determinar los destinos del resto de protagonistas alimentando una lucha entre “lo correcto” y “lo humano”. La impresión final es la de una narración de intriga con enormes dosis de reflexión sobre la justicia, el deber y las apariencias.
Aun con toda esta carga de debate moral, La señorita Pym disponees un texto de tono relajado, estilo asequible y grandes dosis de humor y entretenimiento. No faltan, sin duda, los toques costumbristas propios del género, aunque se permita la autora diseñar personajes que retuercen en ocasiones la ingenuidad de nuestra mirada; así sucede con una de las jóvenes alumnas, la brasileña Desterro, quien desde su pose de extranjera rompe la convención y afirma: “siempre hay un pueblo en Inglaterra, es ese tipo de país”. 

La señorita Pym dispone, de Josephine Tey

Josephine Tey

Hay un pueblo, un internado para señoritas (imposible abandonar el recuerdo de las sagas juveniles Torres de Malory o Santa Clara, de Enyd Blyton), un coqueto café y una amplia campiña que deja lugar a la expansión de los personajes, más allá de los límites del colegio que contiene la acción principal. Sobre ese manto costumbrista se dispone un estudio psicológico pormenorizado de las alumnas y profesoras del centro, que la señorita Pym construye haciendo gala de su perspicacia y su capacidad de observación. Lo sorprendente y maravilloso del caso es que, cuanto más ahondamos en el conocimiento de los protagonistas, más profundizamos en el ser humano que los presenta. Es Lucy Pym a quien mejor comprendemos, sus acciones y debates internos nos reclaman como seres humanos y nos obligan a inmiscuirnos en su misma lucha por averiguar qué sucede a esas chicas que, como alguien afirma, “no llevan una vida normal. No puede esperarse que sean normales”.
 La señorita Pym es una recreación, en el texto, del propio lector, que se enfrasca en la alegre y despreocupada vida del internado, sospechando en todo momento que tras las apariencias late una verdad oculta, mucho menos amable. No puedo dejar de aplaudir la elección que Hoja de Lata ha hecho trayéndonos esta deliciosa novela, llena de lo mejor del género de detectives, pero con algo más. Mucho más.

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