Katy Goodman es uno de los contrapesos de la energía del trío de Brooklyn Vivian Girls. Una figura que siempre aparece en segundo término, detrás del muro de sonido que las chicas levantan. Las notas de su bajo y la textura de su voz en los coros aportan una pincelada de delicadeza en el sonido desbocado de la banda. De ahí que si, en ocasiones el resultado es la suma de las capacidades, sería admisible suponer que cuando demasiados talentos conviven bajo el mismo nombre se precisen válvulas de escape.
Goodman es una veterana que ha militado en más de una punk band. La Sera es el primer disco que realiza ella sola por completo, donde se sustituye la distorsión de Vivan Girls por un sonido limpio y desnudo de efectos, paseando durante doce temas por lugares comunes del pop como el amor, el desamor o la muerte. Explora caminos que transitan por el dreampop, incluso el shoegaze y también las bandas de chicas de los años 50 y 60. Sin lugar a dudas, este esqueleto es perceptible al cien por cien, ninguno de los temas sobrepasa los tres minutos que separan la píldora pop de otros asuntos más pretenciosos, las melodías son luminosas y sencillas.
El primer single, Never come around, es la definición que se me antoja de lo que La Sera pretende ser: una candidez que raya lo infantil revoloteando sobre un sonido irresistiblemente adictivo que muestra tortuoso luces y sombras. Tiene ese toque tan característico con el que Spector producía, dejando que la base rítmica se adueña del espacio central de la pista. Goodman comienza a construir el álbum alrededor de este fantástico tema.
Su voz fantasmal se apodera de la optimista (y engañosamente titulada) You’re Going to Cry. De hecho, La Sera es más optimista que la media de las bandas que militan en la facción dream-pop. Ya en el tema que abre el trabajo homónimo -Beating Heart- observemos la deceleración del ritmo, una apertura de guitarra que recuerda a Byrds y la voz limpia sobre una melodía jangle. Nostalgia surf y grupos de chicas producidos por Phil Spector.
Lo que La Sera demuestra es que el talento de “Kickball Katy” Goodman es mayor de lo previamente demostrado, que no es solo una ejecutora de fuzz dentro del combo. Como trabajo de presentación, deja abiertas las puertas a futuras entregas con muy buena pinta. Por otro lado, la escasa duración del álbum juega a favor de La Sera ya que, a pesar de lo arrollador de sus melodías, no se trata del disco más variado de la historia del pop. De momento podemos decir que La Sera tiene un pie en el pasado y otro en las nubes.
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LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 12 julio a las 19:14
Acabo de descubrir a esta nena y ya me rompió el corazón. Pero es genial... y las Vivian Girls también.