Revista Libros

La serendipia

Publicado el 16 junio 2015 por Mediasmentiras @mediasmentiras
LA SERENDIPIA
A algunos os sonará esa palabra de haberla oído en la película cuya imagen adjunto, a otros ni eso.
La peli está bien, es bonita, demasiado exagerada pero chula. De esas que ves y te deja tranquilo en el sillón con un regusto agradable en el paladar y un enamoramiento brutal hacia sus protagonistas, según gustos.
Bien, todo muy idílico, pero ¿conocemos el significado de la palabra "serendipia"?
Según wikipedia (que para algunas cosas me parece acertada) la serenpidia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. 
En términos más generales se puede denominar así a la casualidad, coincidencia o accidente.
Seguro que habéis escuchado eso de "si sales a ligar, en plan desesperado, no harás nada", "si buscas pareja  con demasiada tozudez espantarás a los chicos/as buen@s", "no te agobies por lo que tienes o no tienes, lo bueno llega solo"...
Hay muchas más frases de esas que nos han dicho en casa, los amigos, la gente que nos quiere e incluso los que no tienen ni puta idea de nada, pero que opinan.
La serendipia presupone la "no búsqueda" de lo que se ha hallado unido a la importancia. Si te encuentras dos céntimos en la calle no vale, eso es miseria.
Es una casualidad que "eso" valioso se haya producido, que aparezca en nuestras vidas. No se espera.
Es precioso cuando llegan cosas que no esperas, suelen ser las más emocionantes.
Por ejemplo: recibes una herencia de una tía de Alemania que no conoces, emociona, mucho, lloras y todo.
Muchas veces hemos llamado a esto "casualidad". No está mal empleado, pero mola más sedendipia, es como si hiciera énfasis en lo afortunado de lo encontrado. Tiene connotaciones más complejas, valorando más lo que se consigue.
Yo tengo mucha suerte, he sido agraciado con lo que engloba esta palabra en los últimos meses varias veces, en varias parcelas de mi vida. Estoy seguro de que muchas personas no lo padecerán nunca.
Se une a la química, a las ganas de compartir cosas con esa persona, al interés mutuo, al suponer cosas que no habrías supuesto (si hablamos de personas, obvio).
Las cárceles de oro tienen muchas veces demasiado gruesas las paredes y son aislantes de verdaderas maravillas que se encuentran en el mundo exterior.
Siempre digo que soy afortunado. Según la escala de valores, de cada uno, puede ser más o menos discutible. Yo creo que tengo mucha suerte con temas de salud y con temas personales.
Además, logro (sin buscarlo) que unas personas me complementen a otras y así poder hacer mi camino vital más emocionante y valioso.
Sostengo que esas personas piensan lo mismo de mí, quizás presupongo demasiado.
Cada vez creo más en esta palabra.
Recuerdo que cuando teníamos 20 años nos poníamos la camisa blanca, nos echábamos 3 litros de colonia, íbamos peinados como los de Sensación de Vivir, aparentábamos dinero invitando...y nada. No hacíamos nada o hacíamos poco. Nos olían. Nuestra cara delataba demasiado nuestras intenciones y nos dejaba desnudos frente a la voluntad de las que nos ignoraban... con razón.
Ahora se logra mucho más sin forzar las cosas. Hablando, compartiendo sentimientos, pensando en los otros sin demasiadas premuras. Así llega lo bueno, buscas conversar y te aparecen sentimientos, oportunidades, complicidades...
Creo que estos meses que tengo por delante van a ser cojonudos, lo sé porque la serendipia llama a mi puerta, y no, no aparece Matías Prats diciendo " te estamos buscando", aparecen personas que completan la vida aportando argamasa para mis ladrillos.
Como matiz final me gustaría añadir que también es fortuna perder, a veces es casi mejor que ganar. Es una forma de emprender otros caminos que pueden tener mejor fortuna, pero la única condición para ello es no obsesionarte, fluir, remar y sonreír.
El destino...es demasiado cabrón y estimulante, si se porta bien. Puede que no todo el destino esté fijado, puede que dependa de ti, de tus actos, de tus comportamientos, de tu valentía.

                Escena de la película Serendipity donde se habla del destino...

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista