Juega
Hay momentos en los que un olor, una imagen, un sonido, te devuelven a tu niñez. Esas cosas que se quedaron grabadas hace mucho tiempo en tu cabeza, cuando no eras mas que un chaval corriendo en bicicleta. Pasar por la fuente, coger renacuajos, buscar fósiles, andar por las eras… A comer la mantequilla de Soria que tanto me gusta, con el pan del horno. Las cosas sencillas con las que pasábamos los días jugando… Y hay veces que tenemos la suerte de que parejas como Elena y Miguel nos digan que quieren que seamos sus fotógrafos de boda en Soria, tierra donde pasé parte de mi infancia, en un pueblecito pequeño entre el Moncayo y Ágreda, de donde son esta pareja. Volver a recorrer las calles de esta villa es como volver a mi infancia, a pasear subiendo al Moncayo con mi abuelo, a recoger las frambuesas silvestres que crecen cerca de la cima…
Muchas veces hablamos con vosotros sobre lo importante que es conocernos, que sepáis quienes somos para poder crear un vínculo que haga que vuestras fotografías de boda sean mucho más naturales, espontáneas, que estéis a gusto con nosotros y disfrutéis de vuestra boda, de vuestra sesión de pareja. Y es lo que hicimos con Elena y Miguel. Nos unen muchas cosas y disfrutamos acompañándoles a través de su historia, de su pueblo, de su amor. Una historia común, unida al Moncayo. Por eso quisimos subir a caminar por sus bosques, a buscar esos lugares donde la luz se mezcla con las ramas y las hojas, con el musgo y las piedras, haciendo que cada instante sea diferente, mágico. Y es por eso que es un orgullo para mí y para Loreto que gente de esta tierra maravillosa que es Soria confíen en nosotros para hacer sus fotografías de boda.
Dentro de poco volveremos a pasar con ellos el día de su boda. Mientras os dejamos este recuerdo de su sesión de pareja, las fotografías que nos hacen volver a ser niños, a disfrutar sin complejos, a ser nosotros mismos y sonreír.
Juguemos.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure