La situación de las empleadas domésticas en Salamanca

Ha llovido mucho desde aquellos tiempos en los que la inolvidable Gracita Morales encarnaba un imborrable testimonio cinematográfico en 'Cómo está el servicio' sobre las vicisitudes de las criadas en la Espańa desarrollista de los ańos 60. Su voz atiplada y su original vis cómica encarnaron el prototipo de la 'chacha' en los hogares más pudientes de la sociedad.
Hoy, con 2014 cabalgando sobre el calendario, las empleadas de hogar se enfrentan a otro tipo de trabas, marcadas por los bajos sueldos y, pese a los avances legislativos, en el mantenimiento de una economía sumergida al margen de la legislación laboral. En la provincia salmantina han censadas 2.827 empleadas de hogar que están cotizando a la Seguridad Social, pero a esta sustanciosa cuantía hay que agregar otro volumen de personas, imposible de calcular, que prestan servicios como empleadas de hogar, pero sin disponer de un contrato que garantice un mínimo de estabilidad. El 95% son mujeres, según resalta Ana Domínguez, quien en representación de Cáritas Diocesana intervino en el encuentro informativo que celebró ayer la Mesa de Empleadas de Hogar, una entidad que forma parte de la Plataforma Salmantina de Entidades por el Empleo. En la reunión se detallaron los criterios mínimos económicos y laborales vigentes durante este ańo, que contará el próximo 30 de marzo con el Día Internacional de las Empleadas de Hogar. De hecho, la remuneración se rige según los parámetros del salario mínimo interprofesional, Ťque este ańo está congelado, pese a que ha subido el Ipcť, detalla Ana Domínguez. De hecho, la galopante crisis ha condicionado duramente la actividad laboral de todas estas mujeres en los últimos ańos, dado, que están prestando servicios a tiempo parcial –dos o tres horas diarias por tres días a la semana–, debido a que para muchos hogares con una economía ya encogida constituye todo un lujo contratar a una mujer para los quehaceres domésticos.
Además, el sector se está viendo sorprendido por nuevas tendencias, realmente inimaginables en los ańos en los que Gracita Morales era el icono de las criadas espańolas. Pese al predominio femenino casi aplastante, hay un pequeńo porcentaje de hombres que se está asomando tímidamente a este nicho laboral, procedentes de sectores tradicionalmente de perfil masculino que han sido arrasados por el 'tsunami' de la crisis, como sucede con el ejemplificante caso de la construcción. Y, por supuesto, la inmigración también ha engrosado ańo tras ańo las filas de este colectivo, según detalla Ana Domínguez.
A los bajos salarios y la jornadas laborales a tiempo parcial –solo se salvan de esta tendencia las empleadas alojadas en el hogar donde trabajan– lo cierto es que los avances legislativos han supuesto un salto de gigante, especialmente cualitativo, desde que entrara en vigor el real decreto de enero de 2012, que obliga a las personas que contraten empleadas de hogar a hacerles contrato con una nómina en toda regla, vacaciones retribuidas y cotización a la tesorería de la Seguridad Social.

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Fotografía - Solete Casado