La sobreprotectora que llevo dentro

A veces me veo como una mamá súper controladora: quiero saber todo de mis hijos, por curiosidad o seguridad. Hoy existen aplicaciones para controlarlos también en el mundo virtual. Es una tentación que nos deja al límite

En el colegio secundario salía a la calle y a veces no avisaba a dónde iba. Las tardes eran libres y los horarios más relajados. No había celular y ni siquiera los teléfonos de línea estaban en todas las casas. En ese entonces, el control sobre los actos propios parecía más real. Los puntos de chequeo eran menos: al atardecer teníamos que estar todos en casa. Punto.

Hoy, con mis hijos todo cambió. Me da miedo que salgan solos: temo por su seguridad. Sí, entiendo que deben hacerlo y lo intento, juro que lo intento. Pero luego veo los noticieros que cuentan lo que pasa en las grandes ciudades y me dan ganas de irme a un lugar sin crimen, sin violencia. Pero la ecuación no siempre cierra y seguimos acá. Como millones, que lidiamos con la crianza en tiempos de violencia extrema en ciudades donde la seguridad es un tema del día a día.

Nuevas aplicaciones

Mientras nos debatimos entre dejarlos ser y cuidarlos al extremo, aparecen aplicaciones para controlar un poco más su rutina.