Y llegaron las lluvias, así sin avisar, de forma intempestiva las calles se inundaron, igual las azoteas y alcantarillas de los colectores pluviales que no sirvieron de nada porque estaban atascados de basura. San Luis Potosí dejó de ser un pueblo polvoriento y seco por un par de días. El caos se apoderó de la ciudad y nos mostró en su peor versión lo vulnerables que somos, los potosinos no estamos preparados -y tampoco queremos estarlo- para una crisis, somos egoístas, estúpidos y gandallas. La incompetencia de los funcionarios municipales y la falta de coordinación con sus símiles del gobierno del estado, es producto del desasosiego con que uno quiere ver fracasar al otro. La ciudad es un tablero de ajedrez y los ciudadanos son simples peones que son sacrificados para satisfacer las ambiciones de poder de un par de concursantes extraviados. Mientras tanto, la mierda -literalmente- saliendo de las alcantarillas, porque el drenaje pluvial en la ciudad no existe, salvo un par de colectores construidos hace más de diez años por políticos que hacían “obras de las que no se ven”. En teoría, el drenaje sanitario no debería mezclarse con el pluvial, y menos si tienen un destino distinto, el drenaje debe ser conducido a una planta de tratamiento y el pluvial, hacia algún resumidero para recargar el acuífero o para ser aprovechado por algunos regadíos en la zona rural del vecino municipio Soledad de Graciano Sánchez. San Luis Potosí es una ciudad que no sabe aprovechar nada, ni lo que se tiene en demasía, ni tampoco recicla lo que se desperdicia
Tenemos veinticinco años diciendo que la mitad del agua que circula por la red se desperdicia por la mala calidad y obsolescencia de su red de distribución, pero los políticos siguen invirtiendo en pavimentos sin renovar lo esencial, más chapapote con grava para enterrar el principal problema de la ciudad. Y en este círculo vicioso de corrupción los ciudadanos participan, ofertan su voto a cambio de migajas para elegir empleados de las inmobiliarias que construyeron esa deficiente red de agua potable, y financian campañas políticas para seguirlo haciendo, por eso aportan grandes cantidades de dinero, para comprar los votos y la simpatía momentánea de los mismos que al paso de un corto periodo de tiempo se estarán quejando de lo mismo. El círculo vicioso de la estupidez. Los usuarios del sistema de agua potable de la ciudad también exigen que no suba la tarifa, y los políticos se oponen porque eso es impopular, pero al mismo tiempo, eso se traduce en una descapitalización del organismo y en gran medida, una de las razones de su incapacidad para prestar el servicio. Alguna vez deberían cambiar sus exigencias y exigir funcionarios honestos, además de transparencia en el ejercicio de los recursos económicos y materiales del instituto. Somos como un perro persiguiendo su propia cola.
Y precisamente esta semana a quien “le llovió en su milpita” fue al presidente municipal Enrique Galindo Ceballos, resulta que en plena sesión de la junta de gobierno del INTERAPAS vino a descubrir lo que es la furia de la regidora panista de la capital María Eugenia Castro Anguiano, ella preside la comisión de agua del cabildo capitalino y proviene del grupo político del diputado federal Xavier Azuara Zúñiga. Aunque de un tiempo acá la regidora era más “galindista” que “azuarista”, incluso próxima estaba la boda con el tesorero del ayuntamiento capitalino con quien comparte sueños, ilusiones, pensiones y una bendición. Tal vez fue algo que le echaron al agua o uno de esos días que son malos días, pero la regidora -próxima a reelegirse- se discutió votando en contra todo aquello que salía de la boca del alcalde, bendita sesión de junta de gobierno -para olvidarse. Las alcaldesas de los ayuntamientos de Cerro de San Pedro y Soledad de Graciano Sánchez con sus respectivos lacayos -regidores- votaron en la misma sintonía. Además de eso, se sumó el director del organismo José Antonio Lugo Álvarez -próximo a no reelegirse- que total, aquello era un berenjenal. Uno pensaría que ahí paró la cosa, pero no, al día siguiente la regidora, todavía le seguía la muina y hasta se aventó un corrido donde ya entonados dijo que ya hacía falta un relevo generacional porque los viejitos nomás con sus cosas. Después de eso quién sabe si el presidente habrá ido a la boda de su tesorero tres días después.
Total que la propuesta de reforma al artículo séptimo transitorio de la ley de cuotas y tarifas para el ejercicio 2024 del interapas se quedó en la orilla, si nomás se trataba de renovar la vigencia del programa de incentivos para contratación, multas y presuntivos de tomas no registradas, sin actualizar o francamente clandestinas. No hay borrón y cuenta nueva para los que andan mal, “nomás” para los que andan peor. Eso sí, conociendo al maestro Galindo, uno todavía se toma con reserva eso de que una oveja se salió del redil, si hasta era de las alumnas más aplicadas, ni se le conocía la voz, -porque rara vez hablaba- ahora que ya le crecieron las uñas hasta quiere renovar de un plumazo a toda la clase política y alterar el espacio – tiempo para crear una paradoja cósmica capaz de cambiar el status quo. Le falta leer a la regidora. Y ojalá el alcalde no le vaya “levantar la canasta” al guardián del cuerno de la abundancia porque ahí sí, quién sabe cómo le vaya a doña María Eugenia, porque una cosa es el amor, y otra muy distinta el dinero, los vicios y la complicidad. En la vida hay que ser agradecidos, pero lo más importante es el saber y el poder.
Y ya en cosas más mundanas, como que ya fueron muchos “dimes y diretes” en eso de la “municipalizada” de San Francisco de los Pozos, el síndico Víctor “ternurita” Salgado dijo que está mal y hasta por ahí se malició que el decreto expropiatorio era “anticonstitucional”, pos ya estuvieran redactando y entregando en la suprema corte esa acción de inconstitucionalidad, yo creo que si la ganan. Por su parte el líder de la mayoría verde en el congreso local José Luis “chiquis” Fernández amenazó con juicio político a todo aquel que se niegue a prestar servicios en el territorio de lo que pronto será municipio, pero que ahorita todavía es delegación. Estaría bien que el diputado federal electo hubiera pensado en eso antes de encargarle el texto del mamotreto al imberbe Ángel Santiago, luego porque las cosas se enredan, por culpa del titiritero. Semana de olimpiadas, ojalá siga lloviendo y por lo pronto, no se olviden de reír como un payaso de circo, porque al mundo ya le queda muy poquito.