No es posible a tal hombre, quererle mujer del hampa, porque, ¡vive el alto Coime!, que me parece una mandria. Juan Hidalgo. Romances de Germanía. Siglo XVI
Sin duda que Federico Garza es un tipo con suerte, agobiado por la incertidumbre, no veía la hora en que oficialmente el gobernador Ricardo Gallardo le hiciera notar la conveniencia de su renuncia a la fiscalía general del estado, cargo que ocupó en el sexenio de Juan Manuel Carreras López. De todas formas nunca quiso esa chamba, es más, podría decirse que la sufría y trataba de evadirse a toda hora de su responsabilidad en la procuración de justicia.
De los pocos criminales que logró capturar, uno de ellos fue el asesino del novio de su hija y porque vivían en la misma cuadra. El vato le llamó para entregarse y aguardó pacientemente al arribo del jefe de la policía ministerial, la investigación y el juicio muy bien llevado, al final, el homicida ya está sentenciado y “refundido” en alguna área exclusiva del penal de la Pila. Viendo la tele, jugando videojuegos, chateando con sus cuates y quizás hasta leyendo un libro, pasará los próximos 16 años el sentenciado a 32, como es usual entre la gente de su nivel socioeconómico.
Pero volviendo a la buena estrella del notario, apenas se quedó sin jale y le dieron una buena bachicha, suplir al “pachón” Marco Antonio Aranda como secretario de la universidad autónoma de San Luis Potosí, cayó en blandito. La precaria salud de su antecesor fue producto de un larga y tortuosa convalecencia de COVID que casi le arrebata la vida, pero como dice el refrán, “mala hierba, nunca muere”. Ahora será premiado por los meses de leal servicio con la dirección de la tienda universitaria, para que se apapache y termine de reponerse. Le soltaron la caja chica de la UASLP al condenadote. Ha de hacer buen jale, porque lo tienen bien consentido.
Pero en la UASLP no hubo beneplácito por el arribo del ex fiscal de peluche a la secretaría, más bien, un mutis raro, el rector de la “máxima casa de estudios” andaba ofreciendo esa chamba desde hace un buen, hasta defenestrado ex secretario de finanzas Daniel Pedroza Gaitán estuvo en la lista de nominados pero ahí sí brincó la gallardía. Pues cómo está eso de que hasta le iban a dar su paleta payaso como si hubiera hecho una gracia con las finanzas del estado.
Claro que la universidad es autónoma pero el rector es un mandria, y como claramente refiere el verso que sirve de epígrafe, dícese del cobarde que además de no ser merecedor del amor de una mujer, se limita a cumplir órdenes y seguir a los demás, el pusilánime que por decisión conoce la orden, pero no las razones. Curiosamente, la coincidencia de eventos resolvieron la penosa controversia. No es que el gobernador Ricardo Gallardo tenga algún empacho en ser descortés o dejar a un burócrata sin su empleo, pero le vino como anillo al dedo la circunstancia.
Quién sabe qué habrá pasado en la UASLP, que se puede sustituir a un ceporro por un cenutrio y nadie que se abochorna, hubo una época en que los estudiantes se hacían oír, retumbaban las paredes por los gritos y las puerta se azotaban con esmero. La comunidad académica siempre fue servil, pero aún entre tanto lacayo, ocasionalmente había alguna voz discordante, el inconforme que impepinablemente sufriría el acoso y sería aislado por conflictivo, pero resistiría estoico a pesar de ser tildado de zascandil.
El rector Alejandro Zermeño Guerra le tocó enfrentar la pandemia, las soluciones que ha tomado no representan menos de lo que un burócrata mediocre podría resolver en la pachorra de un lunes, nada que se precie de innovador y por el contrario, la extrema precaución de las medidas dictadas por la secretaría de salud le facilitaron justificar su incompetencia y falta de criterio. Más honesto y justo habría sido decretar un año sabático y no haber cobrado lo mismo por un servicio que no podía prestar eficientemente. Alguien debería denunciar al doctor Zermeño por lo menos ante la procuraduría federal del consumidor por venderle “gato por liebre” a los ilusos estudiantes.
La pandemia del COVID no sólo hizo prescindir de un secretario que quedó en condiciones lamentables, penosas y definitivas, sino también dejó expuesto que el seguro de gastos médicos de la UASLP es una burla, solo cubre hasta 500 mil pesos y con un pago extra a cuenta del beneficiario se puede potenciar al doble. Esto no le sirvió ni para el arranque al recientemente fallecido director de la facultad de Derecho Abraham Oliva Muñoz quien después de andar penando por las redes sociales solicitando apoyo económico, falleció en su casa después de una agonía de varias semanas, luego de agotar el límite del seguro y las reservas. El catedrático murió dejando a su familia sin el sostén económico y hundidos en deudas. El rector se encogió de hombros y pasó la página.
¿De qué sirve tener a los mejores médicos y que la escuela de medicina sea tan prestigiosa si no son capaces de salvar la vida de uno de sus directores?, al menos no sin perder de manera definitiva su patrimonio. Hasta el director de medicina se lo andaba cargando el espíritu de Quirón de no ser porque Esculapio se atravesó con un cóctel mágico digno de los más grandes alquimistas. Entre los nuevos dioses del Olimpo, no se leen las manos como los gitanos, pero a los simples mortales si los dejan en los huesos, les sacan los ojos, o les consiguen un viaje sin retorno al Tártaro. Y aún así, hay que llevar el óbolo para Caronte o se tendrá que esperar 100 años a la ribera de la laguna Estigia.
Los universitarios deben (deberían si no están enterados) saber que la pensión de los últimos tres rectores le cuestan a la institución 700 mil pesos mensuales, una parte la paga el ISSSTE y el resto el fondo de pensiones de la UASLP. ¿No les dará un poquito de vergüenza a Manuel Villar Rubio, Mario García Valdez y Jaime Valle Mendez estar saqueando el fondo de pensiones después de que se enriquecieron en sus largos periodos de ocho y diez años?
La verdad es que la universidad sigue siendo controlada por “el loco” Valle y casi ha sido exterminado todo vestigio del Lastrismo, las razones porque las que eso sucedió son diversas pero en gran medida porque nunca fueron capaces de forjar un liderazgo que pudiera rescatar los resabios de su funesto pasado, la UASLP se encuentra inerme ante el asedio de la gallardía, corriente política que al igual que la humedad, está en todas partes y se ha puesto como objetivo despojar a una pareja de idiotas del gigantesco presupuesto que maneja. No duden ustedes que en algún momento tengan que lamentar (y yo lo disfrutaré) que el próximo rector sea el actual titular del archivo histórico de San Luis Potosí.
En este pueblo de agachones, eso y más merecen, que les demuestren que hasta un bodrio como Rafael Aguilar Fuentes sería capaz de manejar ese vetusto armatoste. En mala hora se viene a lamentar el hecho de que hayan convertido a los estudiantes en dóciles corderos y que los académicos, castratis de medio tiempo, setenta pesos la hora, mamporreros, candongos y cantamañanas.
Sea pues doctor Zermeño, llegaste con la exquisitez de una promesa que se susurra al oído, ahora eres un hálito fétido y putrefacto que hiede y contaminas el aire como una maldición, disfruta los días de gracia porque no habrá redención, ni habrá paz, solo un goliardo al que tendrás que rendir con respeto y sumisión.