Quise corregir a mi interlocutor, pero no pude, el personaje afirmaba que el gobernador Ricardo Gallardo Cardona es un político calculador y que su conocimiento es más bien intuitivo y empírico, pero muy efectivo. Inmediatamente pude detectar varias inconsistencias en su pertinaz palabrería alegórica, pero debo reconocer que no solo es su fascinación por el jefe del ejecutivo lo que logró hacerme sentir abrumado, ni siquiera la persistencia de su breves argumentos, sino algo que descubrí por mí mismo. El tipo tiene razón, pero no lo sabe. Gallardo no tiene oposición.
El gobernador del estado como jefe político de una facción que controla el ejecutivo y lidera el congreso del estado -y próximamente el poder judicial y la UASLP- han comenzado a apropiarse de casi todos los espacios de poder, la gallardía es como la humedad, está en todas partes. El partido verde comenzó reclutando a los alcaldes de distintas regiones del estado para nutrir la oferta política, no importa si eran panistas, priistas o de sus socios morenistas, ni a esos respetaron. Aún así, no batallaron en convencerlos, a veces bastaría con una simple insinuación para que la frágil lealtad a su partido de origen se viera vulnerada. Están viendo que el niño es risueño y le prestan una “sonaja”.
Es curioso pero todos los alcaldes -al menos los potosinos- vienen con ese pequeño defecto de fábrica, se creen muy chingones, -se las comen muertas y las cagan vivas-, que cuando nosotros apenas vamos, ellos ya vienen de regreso y hasta dieron tres vueltas caminando de espaldas. Los hay desde los que se saben guapos y sofisticados, galanes de película y algunos hasta pueden leer la mente. Dicen que nadie aprende en cabeza ajena y el último en saberlo, es el interesado. Justo cuando un alcalde le comienza entender a la lógica del poder, descubre que se rodeó de idiotas y que sus colaboradores lo han estado engañando, que son unos incompetentes igual que quién los designó, pero ya será demasiado tarde porque ya estará acabando el periodo de gestión.
El mayor reto a la vista para el gobernador no está en San Luis Potosí, sino las veleidades del poder central, él ha hecho lo necesario para congeniar con las corcholatas más obradoristas. Con Claudia Sheinbaum es con quien más se ha esmerado, las estructura de movilización gallardista le hizo lucir sus eventos masivos, incluso el último de carácter regional en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Si hay algo que reconocerle a Gallardo es que siempre sabe más o menos para donde sopla el viento. En una campaña presidencial lo que más se agradece es la gente que no da problemas, por el contrario, que los resuelven, no importa cómo ni a qué costo.
En Morena hay dos tribus visibles, la primera y más importante es la que comanda Gabino Morales, delegado de la secretaría del bienestar en San Luis. Gabino es socio fundador de Morena con membresía ad perpetuam. El tipo tiene a su resguardo los servidores de la nación, el ejército de promotores de la cuarta
transformación que tanto presume el presidente y en manos de quién estará el futuro de la elección. La otra cara visible es la dirigente estatal Rita Ozalia Rodríguez, hermana de la poderosa jefa de la policía federal, ella se vio favorecida de un par circunstancias: Gabino Morales se quedó con 50 de 70 consejeros políticos estatales y aprovechó la oportunidad para hacer una alianza coyuntural; y la otra, le servía como parapeto para posibles confrontaciones con la gallardía, por su apellido difícilmente alguien le va molestar.
Con lo que Gabino no contaba es que la codicia es mala consejera y si se agrega inexperiencia e ignorancia se tendrá la fórmula perfecta para el fracaso. El comité estatal de Morena se parece al viejo programa de televisión del chavo del ocho, entre los gabinos y las ritas cada sesión de consejo parece una verdulería donde no es posible tomar ningún acuerdo relevante. Sólo aguardan el momento glorioso del reparto de candidaturas. Aunque la pretensión del gobernador es una alianza total Morena -Verde – PT donde quepa todo el ejército de alcaldes mercenarios que reclutó y que los morenos se queden con las migajas para presentar candidatas -porque siempre lo que falta son mujeres. Rita Ozalia se anda “envalentonando”, que quiere ir sola y recibir la cascada del voto morenista, a ver si le cuaja que lleguen algunos desconocidos bajo lo que llamaremos el “efecto mijis” -que es lo que pasa cuando alguien gana sin hacer campaña y sin saber para qué es el poder.
Hay que agregar a este amasijo de intrigas y complots, el retorno de Leonel Serrato Sánchez al lugar de donde nunca debió haber salido, Gabino Morales lo ha llevado de regreso a la delegación de bienestar después de haber sido candidato del Partido Verde a la alcaldía y luego funcionario estatal. Ahí se destacó por su abyección, experto en proferir hipérboles y panegíricos al gobernador se ganó un lugar en la corte de aduladores, desafortunadamente su soberbia y después de algunos desencuentros verbales se colocó como el peor referente de la violencia política de género -pos oiga, le dijo gorda a la presidenta del supremo tribunal de justicia. Hasta para un gabinete gallardista se volvió insostenible. Ahora convenció a su jefe Gabino de grabar un podcast donde despotrican de cualquiera que los vea o los ignore. Bonita forma de perder el tiempo -y el empleo.
Recientemente Leonel Serrato participó como orador en un mitin en el municipio de Ébano y se quejó de que el gobernador anda reciclando la basura política de otros partidos. La cosa no pasó a mayores, si acaso coincide con el incidente aislado del acoso policial al activo más valioso del grupo del bienestar en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, Guillermo Morales pretende la alcaldía del municipio insignia del “gallardismo” y es uno de los personajes más cercanos al delegado del bienestar. Ya le tocó padecer eso mismo a lo que están acostumbrados los soledenses, la corrupción, la impunidad y el abuso de poder de los funcionario municipales.
Al parecer la buena relación entre el delegado del bienestar Gabino Morales y el gobernador del estado Ricardo Gallardo quedó muy atrás y rota, ahora ya no es convocado ni por equivocación a los eventos del gobierno estatal. Ese asunto va a terminar mal. Súmele usted los loquitos de SUMA, una organización que pretende competir con Morena bajo la bandera del apoyo a la candidatura de Claudia Sheinbaum. Viejos emisarios de la izquierda casi extinta y algunos ciudadanos extraviados provenientes de colectivos y sociedad civil. Esos ya se andan repartiendo la delegación de la secretaría del bienestar, según qué porque en cuanto haya candidato presidencial uno de ellos ocupará la oficina del bienestar en San Luis Potosí. Alguien debería ir a revisar esa pobre gente, tal vez están consumiendo alguna sustancia peligrosa que ponga en riesgo su vida.
En el Partido Acción Nacional no cantan tan mal las rancheras y bailan muy bien las cumbias, Xavier Azuara se quedó con el partido por medio de una de sus protegidas, Veronica Rodríguez se lanzó a la fama desde el Cabildo capitalino, y como el activo azuarista más destacado tiene grandes privilegios, pero su condición de mujer, su inexperiencia y hasta su color de piel, le impiden avanzar al ritmo que la ocasión exige. Pronto estará perdida entre la vorágine de sucesos, los chismes y las descalificaciones típicas del cargo. Tal vez ahora puede ser que juzgue menos injustamente a su predecesor.
En el otrora partidazo, el revolucionario institucional, (PRI) las cosas no están mejor, quién sabe cuáles serán las intenciones de la presidenta del Comité Directivo Estatal Sara Rocha al enfrentarse con el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos. En una pedorra sesión de consejo político estatal, Sara se aferró a elegir como secretario técnico al impresentable abogado Alberto Rojo Zavaleta alias “el rotten”, ex delegado de migración y acusado (y después exonerado bajo condiciones muy sospechosas) de abuso en contra de dos menores migrantes que estaban bajo el resguardo de la estación migratoria cuando él era titular. El alcalde capitalino optó por abandonar el recinto y dejar a Sara con la mitad de su consejo político fantasma. Entre porras y corifeos Galindo Ceballos le dejó una nota en la puerta a la lideresa: ¿a qué juegas?
Así que el gobernador del estado podría ser el político sagaz y arrojado que mi contertulio añora, pero además, es un tipo con suerte, la oposición con la que cohabita es pequeña, ignorante, inexperta y estúpida. Petimetres y camanduleros conforman la cohorte de miserables cobardes que con unas cuantas migajas se llenarán el buche.