Las isoflavonas de la soja son unas moléculas que forman parte del grupo de los fitoestrógenos. Su origen es vegetal y la soja es el alimento que las contiene en mayor cantidad. Su estructura molecular es muy parecida a la de los estrógenos femeninos, hormonas relacionadas con la etapa fértil de la mujer y que se dejan de sintetizar cuando llega la edad de la menopausia. Esta similitud con los estrógenos les aporta una característica de especial interés para la salud, ya que en cierto modo sustituyen en el organismo femenino a las hormonas que se dejan de sintetizar, reemplazando el efecto protector que los estrógenos producen en la mujer. Sin embargo, las isoflavonas y, en general toda la soja, tienen otros demostrados beneficios no sólo vinculados a la mujer en etapa menopaúsica, si no para toda la población. De hecho, según explica Elena Garea, especialista en Nutrición y Salud de Grupo Leche Pascual “los beneficios de la soja no están relacionados exclusivamente con las isoflavonas. Hay otros componentes en este alimento de gran valor para nuestro organismo, como por ejemplo, proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y 6) o lecitina”. Así, lo ideal es incluir en la dieta diaria el alimento completo, en forma de bebida y sus derivados, y no sólo uno de sus componentes. “Esta es la mejor manera de beneficiarnos de sus virtudes como alimento”, subraya Garea.
Todavía está en investigación y estudio cuál debería ser la ingesta diaria recomendada de isoflavonas. Los especialistas que recomiendan su consumo en mujeres en edad menopaúsica están prescribiendo entre 40 y 80 miligramos diarios, puesto que hay estudios que demuestran efectos beneficiosos en la reducción de sofocos con cantidades como éstas. “Pero los beneficios de la soja como alimento se trasladan a toda la población en general -subraya Garea- y hay evidencia científica acerca de su papel en la reducción del colesterol LDL y triglicéridos, en su reducción de riesgo cardiovascular, en relación al control del peso y otros aspectos como la osteoporosis e incluso la prevención de ciertos tipos de cáncer, aunque éste es un tema sobre el que hay que seguir investigando”. Por tanto, la recomendación general para disfrutar de sus beneficios es tomar de dos a tres vasos al día de bebida de soja.
Para entender porqué los beneficios de la soja son útiles tanto para hombres como para mujeres, es importante conocer los receptores estrogénicos. Hay dos tipos de receptores estrogénicos: los alfa y los beta, y se encuentran localizados y distribuidos en diferente proporción en el hombre y en la mujer. Las isoflavonas tienen afinidad por los receptores beta y una de sus localizaciones más abundantes en el caso de la mujer, es el hipotálamo, lugar en el que se ubica el centro termorregulador del organismo. A esto se debe su papel de reducción de los sofocos tan típicos de la menopausia. “Pero también el hombre tiene receptores estrogénicos beta, por ejemplo en la próstata, lo cual ha dado pie a investigar en profundidad el papel de la soja en la prevención de tumores en esta glándula masculina. Sólo puntualizar que la población asiática que consume soja como uno de sus primeros recursos alimentarios, sufre este tipo de cánceres (mama y próstata) mucho menos que la población occidental”.
Una de las formas accesibles de asegurar el consumo de soja es el de las bebidas basadas en este producto que, además, pueden ser un buen sustituto de la leche para algunas personas. “Cada vez se extiende más el consumo de las bebidas a base de soja entre estas personas, especialmente entre los niños, que son el grupo de población que más frecuentemente padece esas alergias”, explica la experta del Grupo Leche Pascual. .