El potencial técnico y económico de aplicación de la energía solar térmica en el sector industrial español es de 68GW de potencia instalada (97 millones de metros cuadrados) y de 60TWh de calor útil anual, según indica el informe de apoyo a la elaboración del Plan de Energías Renovables 2011-2020 ‘Evaluación del potencial de la energía solar térmica en el sector industrial’ del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), realizado por las consultoras energyXperts y ECLAREON.
Una vez determinado el potencial total de la energía solar térmica en la industria, en el estudio se definieron dos escenarios posibles de instalación a 2020. En el escenario más favorable, se contemplan 10GW de potencia instalada con 14,4 millones de metros cuadrados. Mientras en el escenario menos favorable, el potencial de aplicación sería de 1,7GW, correspondiendo a 2,4 millones de metros cuadrados. Incluso en este caso, la energía solar térmica generaría en 2020 un 14% más de energía que el Código Técnico de la Edificación, con lo que la generación ST se situaría entre el 0,6% y el 2,4% del consumo de energía final en consumo de calor y refrigeración en la industria.
Según las conclusiones del estudio, el consumo energético anual en el sector industrial español para usos térmicos es de 378TWh y la superficie ST disponible es de 319 millones de metros cuadrados. Por provincias Barcelona, con 46 millones de metros cuadrados, Madrid con 31 y Valencia con 20, son las que cuentan con mayor superficie industrial total disponible para usos térmicos.
Dado que el mercado de la vivienda no será el motor de desarrollo de la energía solar térmica en España, debido principalmente al lastre de la crisis económica en la construcción de nuevas viviendas, el aprovechamiento de las ventajas de la tecnología ST en procesos industriales y de climatización en todos los sectores con demanda de calor será clave para la evolución del sector solar térmico en nuestro país en la presente década.
La energía solar térmica en España podría contribuir aún más significativamente a la disminución de la dependencia energética externa de España, la seguridad del suministro y a hacer más competitivos los precios de la energía.
ESTUDIO EN PDF (IDAE)