Os adjunto un enlace a un artículo de Luis García Montero, recogido ayer en el diario Público. No desvelo ningún secreto si confieso mi admiración por el poeta granadino, al que he tenido la suerte de poder conocer y tratar personalmente en más de una ocasión. Su compromiso político y social le convierten en un referente para la izquierda española, tan necesitada de un refuerzo intelectual, que nos permita consolidar una alternativa a la democracia actual, rehén de los dictados del Fondo Monetario Internacional. En este artículo se constata, una vez más, la soledad del débil, aquel que sólo puede ofrecer integridad, coherencia y dignidad. Hablamos, por desgracia, de valores que en el mercado capitalista no cotizan. Lo que cuenta son los intereses diplomáticos y comerciales, creo que ahora le llaman geopolítica, porque les da vergúenza decir abandono de los principios éticos, los derechos humanos y la solidaridad. Ocurre hoy, basta ver lo que está pasando en el Sáhara, pero también ocurrió cuando la República buscó aliados ante la dictadura. Terrible.