Revista Salud y Bienestar

La soledad en los tiempos de Google

Por Doctorcasado

La soledad en los tiempos de Google Foto de Alice Popkorn
Nuestra época se caracteriza por la rapidez y la prisa. Vivimos vidas disparatadas, aceleradas, llenas de ruido y frenesí. En aras de la productividad y la eficiencia hemos sacrificado cosas tan importantes como la familia extensa, las grandes redes de amigos, el tiempo personal de calidad... Cada vez con más frecuencia atiendo en consulta a personas aquejadas de soledad. Cuando ésta no es deseada causa mucho sufrimiento, sobre todo cuando se suma a otros problemas añadidos como sobrecargas emocionales, estrés, enfermedad, pérdidas y un largo etcétera. Cada vez nos sentimos más solos mientras nuestros aparatos nos conectan a más redes sociales. Pese al potente dispositivo tecnológico que nos rodea, pese a todos los adelantos a los que tenemos acceso, cada vez somos más vulnerables dado que nuestras redes sociales reales son mucho más débiles. La dispersión de las familias, los ecosistemas urbanos que separan a los amigos, la rapidez y los flujos de viaje que alejan las personas, hacen que con frecuencia nuestras relaciones de calidad sean más exiguas. Conozco casos de personas jóvenes de éxito que están completamente solas. Algunas de ellas se relacionan por ejemplo con su familia en otro continente utilizando un teléfono móvil inteligente y mantienen contacto virtual con su pareja en otro país, otros son directivos jóvenes que trabajan más de 12 horas al día y no tienen tiempo para tener amigos o pareja. Muchos son personas de edad que viven en su piso totalmente aislados o en residencias de ancianos de las que prefiero no hablar. Cuando una persona está en equilibrio y en tiempo de salud seguramente no tenga grandes problemas para sobrellevar situaciones así. ¿Pero qué ocurre cuando la persona sufre, entra en conflicto, o padece una enfermedad? En los momentos duros de la vida el ser humano necesita de los demás. Como médico me preocupa este punto. ¿Cómo poder ayudar a mis pacientes, en particular a los más vulnerables, para que puedan potenciar su red personal de relaciones? La cuestión es aplicable a todo mundo empezando por mí. Absolutamente todo ser humano necesita dar respuesta a un sentimiento primigenio de pertenencia a un grupo. Somos gregarios, necesitamos un clan. Acontecimientos deportivos como el fútbol, manifestaciones, protestas o mítines políticos, y un sinfín de situaciones sociales son sucedáneos de este potente sentimiento de pertenencia a un grupo. Lo cierto es que el grupo de calidad que un ser humano necesita no es necesariamente muy grande, bastan pocas personas pero se establezca una red de relaciones de calidad. Y una relación de calidad se define por la intensidad de atención que vertemos en ella, la cercanía, el afecto compartido, y la confianza. Tomar conciencia de la importancia de estos factores es quizá el primer paso para poder fortalecer estas redes relacionales de calidad haciendo que sean verdadero sustento para nuestra vida ordinaria. La soledad y la pobreza no están tipificados como factores de riesgo para la salud cuando son dos de los más potentes. En mi visión de la medicina entiendo que hay que seguir dando pasos para poder cambiar nuestra percepción del concepto de salud y enfermedad que actualmente es tremendamente rígido. Todo lo que hagamos para reflexionar, detectar, y proponer líneas de acción que ayuden al ser humano a no sentirse solo traerán más salud, y claramente menos sufrimiento.

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