La soledad y el camino

Hay demasiados momentos en que la soledad consume mi esencia, una esencia que llevo prendida a mi alma, y es que a pesar de los tropiezos del camino, siempre me he levantado mirando hacia el horizonte, sin saber, cuando y donde llegaré a encontrarte.
Los días pasan, unos buenos, dignos de marcar en el calendario, otros no tanto, pero que son parte de de la vida, y aunque nos cueste a veces reponernos, algo nos da fuerzas y aprendemos a sobrellevarlos y seguir de nuevo, esa es la lección practica que todos recibimos para avanzar sin mirar atrás.
Por eso, querida soledad, ya eres mi amiga, has visto mis lagrimas rodar por las mejillas, mi sonrisa en los labios dibujada, mis tristezas y mis alegrías, eres pues mi compañera. Querida soledad, se que aunque salga a flote seguirás siendo mi fiel compañera, pero también quiero ser amado por esa persona especial que vendrá, y seremos los mejores compañeros en el viaje que nos depare el destino.