La inmigración no es un proceso
nuevo, es un proceso que se intensificó con la Revolución Industrial y que ha
llegado a sus niveles más altos con la Globalización. Cada uno de los
movimientos migratorios sucedidos a lo largo de la historia han tenido motivos,
necesidades y aspiraciones distintas, sin embargo, a todos ellos, les une un
denominador común; la necesidad de encontrar un lugar que les brinde
oportunidades para poder avanzar, para poder crecer…un lugar donde el hambre,
las enfermedades y las guerras no amenacen sus vidas, simplemente un lugar
donde sentirse a salvo.
Pocos podrían imaginar la situaciónde indefensión y de absoluta vulnerabilidad que deben afrontar familias enteras, dejando atrás sus raíces para comenzar un viaje incierto y plagado de
dificultades. La vulnerabilidad es de un calibre inenarrable, los migrantes
sufren un absoluto desamparo por parte de tu país de origen, cuando ni siquiera
les puede garantizar ni seguridad ni el acceso a ningún recurso Este el caso de Siria, entre otros, donde después de
cuatro años de guerra y ataques indiscriminados hacia civiles, miles de
familias se han visto en la imperiosa necesidad de huir con lo puesto de su
ciudad, de su barrio, de su entorno, de su familia, de sus costumbres…
sencillamente para proteger su derecho a la vida, vidas que en muchos casos se
han visto arrebatadas en ese intento frustrado de escapar. Otros, con la misma
mala suerte, ni siquiera pueden optar a intentar abandonar el país por falta de
recursos y donde su vida depende del azar, de la cara o la cruz de la moneda, o
del rojo o negro de la ruleta…donde nada está en sus manos. Otros, sin embargo,
con algo más de suerte, que aunque rociados de gas o incluso pateados por
periodistas, ven una luz de esperanza. Puesto que algunos países de la Unión
han dado ciertas muestras de solidaridad.
Como dice Bruno Barbey `la
fotografía es el único lenguaje que puede ser entendido en cualquier lugar del
mundo´ y tras la dramática imagen del pequeño Aylan yaciendo en la orilla, creo
que por fin hemos entendido y nos hemos enterado de la magnitud, gravedad y
urgencia de la situación.
Imagen real y cruel que refleja
la catástrofe humanitaria mundial en la que nos encontramos. Emergencia
mundial, donde instituciones internacionales, países y sociedades civiles
debemos aunar fuerzas para acoger y dar cobijo a millones de personas, que sin
comerlo ni beberlo, lo han perdido todo, se encuentran sin absolutamente nada,
ni siquiera, libertad.
Euskadi Solidaria
1000 personas Sirias llegaran a
Euskadi en las próximas semanas y a esta realidad debemos dar respuesta moral,
ética y con la responsabilidad que supone esta crisis humanitaria.
Empecemos por acoger para
continuar integrándolos. Acogida, integración e inclusión que necesita de la
implicación de toda la sociedad que garantice la estabilidad. No podemos ver
estas imágenes y olvidarnos que nosotros también fuimos refugiados.
Sin embargo, por mucha labor que
hagamos con todas y todos los refugiados que lleguen si no solucionamos el
problema de origen seguiremos hablando de catástrofe humanitaria.
Instituciones, países del mundo… ¿hasta cuándo vamos a dejar que siga habiendo
guerras? ¿Puede haber algún interés más importante que el de proteger las vidas
humanas?
Euskadi solidaria con las y los sirios
dentro y fuera de sus fronteras y a los 1000 que están por llegar: ONGI
ETORRI!
Andrea López Saez
Revista Coaching
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