Revista Cultura y Ocio

La solución acertada

Por Sergiocossa @sergiocossa

La solución acertada - Sergio Cossa
La niña comenzó a comer tierra en sus juegos cuando tenía apenas un año. La madre fue a consultar a un curandero, quien le impuso que recogiera tierra bendita del cementerio. Eso quitaría el deseo de la chiquilla.
Pasó el tiempo y como nada cambiaba, la madre se dirigió al cura del barrio. Este la conminó a rezar cada noche diez avemarías, hasta que se limpiara el alma de su hija.
Cuando cumplió los dos años, la niña los festejó con unas sabrosas tortas de barro del patio de la casa.
Entonces la madre visitó al médico, quien recetó gotas para la pequeña, las cuales le inhibirían la adicción.
A los tres años, desesperada, la madre renunció a consultar a los especialistas del cuerpo y del alma y dejó al alcance de la niña unos cuantos confites de tierra rellenos con pimienta.
© Sergio Cossa 2012Pie de página del feed

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