Revista Cultura y Ocio

La sombra, de John Katzenbach

Publicado el 19 agosto 2014 por Xula
La sombra, de John Katzenbach
La sombraJohn KatzenbachISBN: 978-84-9872-151-5Formato: Tapa dura– 464 Págs Editorial: Ediciones B
En el Berlín de 1943, nadie conocía el nombre de La Sombra. Pero ser visto por este judío despiadado era sinónimo de muerte: colaboraba con la Gestapo en la identificación y delación de otros ciudadanos judíos para condenarlos a los campos de extermino. En el Miami de finales del siglo XX, la deprimente vida de Simon Winter — retirado de la Brigada de Homicidios de la Policía— da un giro inesperado cuando su aterrorizada vecina llama a la puerta de su apartamento. Sophie, superviviente del Holocausto, cree haber visto a La Sombra. A la mañana siguiente, aparece estrangulada, con los ojos desorbitados de terror. La policía supone que se trata de un asesinato más, pero Winter sabe la terrible verdad: un escurridizo asesino está eliminando a los supervivientes del Holocausto que viven en Miami. Tras años de retiro, Simon debe vérselas con un experto y sádico exterminador que pretende mantener su historia oculta para siempre.
Cuando estaba en los primeros cursos de la facultad llegó a mis manos una novela de John Katzenbach, El psicoanalista. Por aquel entonces yo no era la gran consumidora de novela negra que soy ahora, pero sí que me gustaban mucho los thrillers. De hecho, ese ejemplar se lo dejé a tantos compañeros que a día de hoy lo he perdido. Justo después compré La historia del loco, que también disfruté aunque no me gustó tanto. Desde entonces, no he vuelto a coger ninguna novela suya…
Y la semana pasada estaba con un compañero de aquellos tiempos y le dije que estaba leyendo La sombra y me tenía muy enganchada. Así que aproveché para preguntarle si recordaba porque yo había dejado de leer a este autor. Según me hizo recordar, tras terminar aquellas dos novelas tuve la sensación de era un poco de lo mismo… y cuando veíamos una nueva publicación en la librería o el kiosco, la dejábamos pasar de largo.
Pues bien: me retracto de lo que dije hace 10 años. Sin duda, La sombra no tiene anda que ver con mis dos experiencias anteriores. Me decidí un poco sobre la marcha sin pararme demasiado a pensarlo, para vivir esas aventuras simultaneas que se organizan de vez en cuando por Twitter. De hecho, no leí la sinopsis realmente hasta que lo cogí en mis manos el día 11 como habíamos acordado.
Así que de repente ahí estaba yo, entrando en el primer capítulo de una historia que no sabía que me iba a deparar. Me encontré con un hombre mayor, agotado de la vida y de la soledad, que decide poner fin a todo. Solo que ese hombre es un ex policía, y no puede evitar salir al auxilio de su vecina que le pide ayuda muerta de miedo tras encontrarse con alguien de su pasado en el Berlín de la II Guerra mundial. Y menos aun puede dejarlo pasar cuando unas horas después aparece asesinada…
Así que La sombra vuelve a aterrorizar a la comunidad de supervivientes del Holocausto que viven en Miami, para intentar eliminar a cualquiera que pueda identificarle. En cierta manera se trata de un thriller bastante típico (porque su argumento es sencillo) pero atípico en el sentido de que sabemos que el asesino es un hombre anciano. Al menos 70 años, dado que la novela sitúa la acción en los 90.
Durante la primera mitad de la novela, más introductoria y quizá algo más lenta, nos presenta dos líneas de acción paralelas: la de la policía que investiga los casos como accidentes o robos con asesinato comunes; y la de Simon Winters, el ex policía que realmente cree que hay algo más de lo que todo creen. Así también nos presenta el sistema jurídico estadounidense, con la colaboración directa de los fiscales en los casos, casi como parte de la investigación.
No tengo muy claro hasta qué punto eso es habitual, que la fiscalía se involucre tanto en los asuntos policiales. Pero también es cierto que quizá esa licencia le da pie a Katzenbach para poner sobre el tablero distintas piezas que ayudan a la resolución final. Un punto a favor o en contra, en función de lo rigurosa que queramos que sea una novela de este corte.
El ritmo es casi cinematográfico, alcanzando la mayor intensidad en el último tramo de la historia. Si la primera parte era interesante y nos invitaba a seguir leyendo, la siguiente engancha totalmente al verse precipitados todos los hechos. Por supuesto ha habido algunos que me han resultado predecibles, como en muchas novelas o películas, aunque también es cierto que no le resta atractivo al final.
Porque el final es sencillo pero adecuado. No se saca cosas de la manga. No intenta giros magistrales del tipo “La Sombra estuvo ahí todo el tiempo, era fulanito y nadie se dio cuenta”. La sombra es un ente borroso, apenas sin rostro que nadie conoce… y que nadie llega a conocer realmente. Creo que el autor era consciente de las limitaciones de la historia y las tuvo muy en cuenta a la hora de darle cierre a la novela.
Una vez terminada estuve curioseando por la red y descubrí que esta era la primera novela que escribió John Katzenbach, aunque no la tradujeron hasta después del éxito en España de El psicoanalista. Si la hubiera leído en ese momento hubiera dicho que el autor apunta maneras, que sabe cómo llevar un thriller sin muchas innovaciones pero de manera correcta y que da al lector lo que se espera de una novela así. Es cierto que recurre a algunas ideas preconcebidas, y algunos clichés como ese love affaire que para mí sobraba. O ese sentimiento de inferioridad racial que arrastra el inspector del caso por provenir de una familia modesta y afroamericana. No es que no resulte creíble… es que simplemente no lo considero necesario.
Aun con todo esto, la novela me ha gustado. Los personajes están creados con bastante consistencia, más o menos profundos dependiendo del grado de importancia que representen en la historia. El ritmo es fluido  y va en aumento, lo que también aporta puntos en una valoración final. Sin duda es una buena lectura para el verano, sin complicaciones y ligera para llevar a la playa. Y como tal, la recomiendo. De hecho, es bastante probable que vuelva a leer en un futuro a este autor.

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