La sombra de tu amor

Bien se dice, se deja de querer pero no se olvida, hay recuerdos que siempre siguen ahí, locuras del pasado, desdenes del presente, que nos hacen volar con el éxtasis del pensamientos hacia la nostálgica idea de lo que pudo ser, si lo hubiésemos echo diferente, si en ese entonces hubiésemos tenido la madures que tenemos en estos momentos, experiencias, experiencias de la vida, que falta hacen en nuestra juventud, que poco sabios somos, el infantilismos nos domina como carrusel en la ladera y nos tira por el precipicio despedazando al amor como una vasija de cristal a mil pies de altura.

Es triste recordar lo que fue, y lo que nuestro corazón desiara que fuera, ese amor imposible que se nos fue de las manos, por los simples caprichos de niños que nos nublan el juicio y nos hacen arrogantes, el dilema esta escrito, el amor nos vuelve tontos y si juntamos la tontería de niños la batalla esta perdida, cuantos errores que nos quedan de experiencia, siempre nos quedara el quizás pude haberlo echo mejor, arrogantes somos de naturaleza y el amor con su fortaleza despedaza la arrogancia con el pasar del tiempo y es ahí, solo ahí donde nos damos cuenta que nuestro orgullo es nuestra propia navaja y nos esta despedazando por nuestros juicios del pasado lentamente para atormentarnos y nublar nuestra realidad, así hacernos sentir que un poco de humildad jamas a sido algo malo, la vida trae su carma y lo que sembramos cosechamos, si sembramos orgullo en su tiempo, cosecharemos nuestra ración, como un friderazo directo a nuestro cachete con la fuerza de un boxeador dispuesto a despedazar nuestro corazón, muchas veces dejamos ir lo bueno que tenemos al lado, para disfrutar de los deleites pasajeros de la vida, cuando queremos ver atrás nos damos cuenta que el precio es muy alto, y el golpe que ver la sima del placer, también nos replica que tendremos que bajar las gradas rodando hasta llegar a su final.