Las vacaciones permiten entregarse a la contemplación de las horas muertas, a perseguir recuerdos tras los garabatos de las moscas en las dilatadas tardes de sopor y a buscar refugio a la sombra de una sonrisa. En ese tiempo abotargado y perezoso en el que las olas bañan nuestros pensamientos y la brisa expande el alma por encima de árboles y egoísmos, es cuando la música suele acompañarnos en los paseos que damos en torno a uno mismo para ayudarnos a percibir lo que llevamos dentro, sentimientos adormecidos que se estremecen con la sombra de tu sonrisa, como nos revela Kenny G con la melodía de su saxofón. ¡Felices vacaciones!