La soñadora cobarde

Esse Imaginaria
Ella siempre miraba la luna, como por encima de las nubes, ella vivía en un castillo construido con ladrillos de ilusiones…Primero subió hasta su más alto monte, trepando sueños jamás trepados por otros soñadores más cobardes, alcanzó la seca cumbre tras noches y noches de duro ascenso y páginas y páginas de cuentos incontables.

Al fin arriba se vio sola, nadie más había soñado tan alto; hermosos paisajes desplegados a sus cansados y sucios pies de intrépida e ilusa exploradora…Valles ocre, de suaves lomas, y picos desordenados e impensados, no sabría explicarse el secreto de su existencia ni qué diablo los empinaba como cuernos desbocados proyectando sombras fantasmagóricas sobre las arenas salpicadas de rocas lunares…Había trepado las nubes del sueño, había con sus manos tocado las arenas de los más áridos desiertos y alcanzado con las alas de sus anhelos los más altos tejados del cielo, y ahora paseaba por las barandas del firmamento, con la mirada perdida en los profundos valles de los hombres vulgares que jamás soñaron sin velo.

Y ahora si paseaba sin aire, entre los reflejos aurora y los ingrávidos ocasos de rojos manantiales, teñida de cielo y amapola, deslizando sus dedos pequeños por la baranda hermosa de los cielos impares.

A mi querida madre cuando me cantaba:"Por la baranda del cielo,por la baranda del cielo,se paseaba una dama,
 si, si, se paseaba una dama.Vestida de azul y blanco,vestida de azul y blanco,que Catalina se llama,
 si, si,que Catalina se llama".