A ritmo de sonadísimos éxitos como “Capullo y Sorullo”, “Mil Horas”, “Mi Cucu” y “Escándalo”, miles de asistentes al Festival de la Cantera abrieron pista en Plaza Fundadores en un ambiente lleno de bullicio, alegría y sabrosura de la cumbia colombiana gracias al inigualable show de la Sonora Dinamita.
Desde el primer instante, sus exóticas vocalistas-bailarinas y los muchachos ataviados en pulcros trajes oscuros armaron la fiesta masiva donde igual jóvenes, niños, adultos y hasta abuelitas movieron el cuerpo al compás de esta música que no sólo divierte, sino que vuelve feliz a quien la siente.
Su inconfundible acento colombiano hizo la mezcla perfecta con la guapachosa música que salía de la Sonora Dinamita cuyos éxitos forman parte de la vida de muchas personas que por décadas han disfrutado del “Viejo del Sombrerón”, La Parabólica” y la clásica entre clásicas: “Que nadie sepa mi sufrir”.
Con un simple: “Arriba las manos”, por parte de uno de sus integrantes, el público respondió también con la cadencia de sus cuerpos, algunos con pasos dignos de concursos profesionales de baile y otros más, con pasos más sencillos pero que no pararon durante todo el ruidoso y colorido concierto.
Plaza Fundadores llegó a la cúspide al escuchar “Se me perdió la cadenita”, que de manera inmediata hizo moverse a toda la asistencia que ya estaba para entonces embelesada por la armonía de voces e instrumentos de la Sonora Dinamita. Con “Oye”, cada estrofa fue repetida cual oración por las miles de gargantas que también bailotearon con esta inmortal cumbia.
Cadencia, sabor, recuerdos y desbordante festejo quedaron en la memoria de las familias potosinas y visitantes que en ningún momento mostraron signos de cansancio, al contrario, pidieron más éxitos de esta agrupación de renombre internacional.
Solo una cosa no cumplió la Sonora Dinamita y fue la frase: “Cumbia colombiana hasta las 6 de la mañana”… esperemos que en el próximo Festival de la Cantera sí nos amanezcamos bailando y cantando con sabrosura.