Revista Solidaridad
Sergio es un chico ciego de 26 años que nunca ha visto sonreír. Además tiene autismo. Sin embargo cada día regala a sus seres queridos su sonrisa. Sergio, como relata a La Tribuna su hermano Manuel tiene muchas dificultades, pero esto no le impide ser una persona feliz que contagia de esa profunda y sincera felicidad. Es un luchador constante y capaz de todo lo que se propone. Toca el piano y algunos instrumentos de percusión, baila claqué, canta en un coro, practica yoga, natación, monta a caballo, da largos paseos en tándem y cada día graba sus experiencias en cintas de cassette. Siempre está dispuesto a afrontar cualquier reto.El último ya tiene marcado una fecha en el calendario. Esta primavera (previsiblemente entre el 20 de abril y el 1 de mayo), Sergio, acompañado por su hermano, saldrá desde la puerta de su casa en Cuenca, pertrechado de su bicicleta tándem y el equipaje justo y necesario, para recorrer más de 1.000 kilómetros hasta llegar a la garganta del Todra, situada en el Atlas marroquí.Manuel explica que siempre que Sergio ha viajado (ha conocido Londres o Tailandia, por ejemplo) lo ha hecho en medios convencionales, como el automóvil o el avión, «no siendo del todo consciente de la distancia que separa un lugar de otro». En esta aventura recorrerá cada kilómetro, a golpe de pedalada, sintiendo el peso de la distancia y afrontando un reto sin precedentes.
La fuerza para embarcarse en esta increíble aventura viene de la motivación y el deseo que muestra Sergio por reencontrarse con «su novia de la infancia» Mati en su casa de Marruecos. «Mati es la primera persona que le entendió fuera de la familia», cuenta Manuel. Al contrario de lo que cabe esperar, Mati es una maestra que trabajó hace años en Cuenca. Tiene un hijo síndrome de down y «una sensibilidad especial». Para Sergio, es mucho más que una amiga o mentora. «Es una relación de amistad y cariño que le ha enseñado a comprender la vida», insiste su hermano.
Este viaje servirá de hilo conductor para un documental dónde la familia de Sergio intenta que el mundo descubra a una persona que, a pesar de sus dificultades, nunca se rinde ni tira la toalla. «Una persona capaz de realizar las hazañas más increíbles y disfrutar al máximo los pequeños detalles, dando un sentido mágico a las situaciones más cotidianas del día a día».Pero como cualquier otra persona, Sergio ha de prepararse físicamente para recorrer los 1.313 kilómetros que le separan de Mati. Manuel explica que, desde hace tiempo, Sergio trabaja junto a un joven afiliado a la ONCE. «Hacen spinning» y, en breve, Sergio y Manuel comenzarán a fortalecer las piernas encima de un támdem que le ha regalado una empresa colaboradora.
Es necesaria la ayuda de todos. El calor de mayo en el Atlas marroquí no les para. Son pocos los flecos que faltan por cerrar. Eso sí, necesitan toda la ayuda de cuantas personas quieran colaborar para hacerle a Sergio el viaje más fácil. Cuantos más fondos recojan, más personas podrán acompañar a estos dos hermanos en esta aventura. Para rodar cada minuto de esta hazaña, les acompañará un equipo de técnicos audiovisuales, además de un médico-fisioterapéuta. Manuel no descarta que parte del viaje, en función de las fuerzas que tengan, lo hagan en autobús o tren. «Hay que hacerlo a su ritmo», al ritmo de Sergio, detalla Manuel.En la página web lasonrisaverdadera.org, la familia de este joven incansable pide la colaboración de todos. Ofrecen, a cambio, una serie de productos tan increíbles como la historia de Sergio. Todo lo recaudado irá destinado íntegramente al desarrollo de este periplo y a la producción del documental sobre «este viaje a través de las sensaciones».
http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z887A2DA6-C8AA-5571-9DC829A870939B2D/20130317/sonrisa/contagiosa/sergio
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