Revista España

La sonrisa perdida de la Calle Toledo

Por Manugme81 @SecretosdeMadri

Calle de Toledo 1905, MadridLa Calle de Toledo es una incógnita. Nunca he sido capaz de tomarle el pulso o de saber a ciencia cierta como piensa recibirme. Suele mostrarse con gente pero a pesar de ello la etiqueta de “animada” me parece exagerada. Quizás, simplemente, después de tantos años sólo se cansó de forzar su sonrisa.

Parte desde la Plaza Mayor, a través del denominado Portal de Cofreros y va ganando consistencia mientras se desmorona su pendiente. Más tarde atraviesa las espaldas de la zona del Rastro para terminar cruzando su gran icono, la Puerta de Toledo, antes de desembocar en la Glorieta de Pirámides. Una vida que transcurre por el Madrid más histórico y castizo.

Su vida pasada siempre estuvo ligada a la llegada a la Villa y Corte de gente del campo y comerciantes que accedían por ella con la ilusión de colocar sus mercancías al mejor postor antes de realizar el camino de vuelta con los bolsillos llenos de dinero. La proximidad del Mercado de la Cebada no es casual, como tampoco lo era la presencia de posadas y mesones en las cercanas Cavas Alta y Baja. Ellas servían de acomodo fugaz a todas estos moradores.

Sin ser una calle comercial sí que tenía un peso considerable en la economía de la ciudad y por eso siempre ha sido consideraba una de las calles importantes de Madrid. Por esto, hoy quiero compartir con vosotros cual era su aspecto hace 109 años; su esencia y estructura sigue siendo la misma. Otras cosas como las vías del tranvía, los carromatos  o el suelo adoquinado fueron fagocitadas con el paso del tiempo.

Esta bella imagen tomada en el año 1905  se sacó desde la altura del número 35, justo antes de llegar a la Colegiata de San Isidro. La mayor diferencia con el aspecto actual es la alarmante pérdida de espacio vital que han sufrido los peatones para dárselo al tráfico rodado. Tal y como vemos aquellas personas disfrutaban de Madrid sin límites, resguardándose del sol bajo unos amparadores toldos y formando grupos que conversaban a pie de calle. Hoy, absorbidos por nuestros móviles, auriculares o las prisas aquello se perdió para siempre. Quizás por ese motivo, la Calle Toledo ya no sonríe.

Calle de Toledo 1905, Madrid

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