Revista Opinión

La sorprendente manera de no aprovechar el tiempo para conseguir nuestras metas

Publicado el 23 enero 2014 por Miguel Ángel García Morcillo @alienaragorn

La sorprendente manera de no aprovechar el tiempo para conseguir nuestras metas

foto: PhotoRack

Llevamos ya unos cuantos días de este 2014 y sería sorprendente que no hayas empezado a plantearte unos objetivos por sencillos que sean de cumplir, ya estás tardando en buscarlos. ¡Estás perdiendo el tiempo! A estas alturas ya deberíamos de estar trabajando y pensando qué queremos hacer este año, este mes, esta semana y hoy mismo. Si conseguimos planificar lo que queremos hacer, será más fácil realizarlo. Nos paramos, analizamos y pensamos a dónde queremos ir, cómo lo vamos a hacer, qué argumentos debemos de sopesar para que a las primeras de cambio, no nos demos por vencidos. Hay muchos tipos de retos y si te gusta la lectura te voy a proponer uno.

En el blog “Momentos de silencio compartido” te retan (esta ya es la segunda edición) a leer 50 libros este año, ¡50! Ya lo sé, me dirás que hay mucha gente que por desgracia no lee ni 1, bueno ellos se lo pierden. En las normas del reto te indican que da igual el número de páginas que tengan los libros, el idioma y el formato (digital o papel), ¡lo que importa es leer! Desde luego es un cometido muy ambicioso, pero hay gente que lo consigue ¿Por qué no lo vas a hacer tú?

La sorprendente manera de no aprovechar el tiempo para conseguir nuestras metas

Ya sé, ya sé, me dirás que no tienes tiempo, que tu dinámica diaria no te permite hacer según qué tipo de cosas. Pero en realidad lo que estás haciendo es ponerte un muro de 4 metros y colocando la escalera que te debería de llevar hacia lo alto en posición horizontal. ¡Déjate de excusas y pon la escalera en vertical para que puedas subir! Somos nosotros mismos los que nos impedimos avanzar por miedo a la incertidumbre, por temor al fracaso.“No importa cuántos recursos tengas, si no sabes cómo usarlos, nunca serán suficientes”Tic, tac, tic, tac, los segundos pasan y se convierten en minutos, que se agrupan para ser 60 y transformarse en horas. Sólo tenemos 24 horas al día y nos pasamos entre 6 y 8 durmiendo. ¿Te quedas sin tiempo?¿Sabes que se acaba? ¿Que no es eterno?“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” esta frase tan tópica, está cargada de razones.Otro objetivo que nos podemos plantear es empezar la operación bikini, prepararse para estar en forma cuando llegue el veranito y lucir palmito (aunque lo ideal sería hacerlo todo el año) pero bueno, lo que importa es la voluntad y la decisión de decir ¡Voy a ponerme en forma! Y la perseverancia de continuar la idea. Os voy a contar mi historia.Llevo mucho tiempo pasadito de peso (no te voy a decir cuánto…) así que cuando empezamos el año decidí poner remedio a mi falta de forma física y convertir mi cuerpo de pera (o manzana según se mire) en algo diferente a lo que veía todos los días. Me regalaron la opción de poder acudir a un mini-gimnasio (más que suficiente para ejercitarte) con piscina.Y opté por crear un hábito (como sabéis se necesitan 21 días para lograrlo) junto con un amigo. Llevo 16 días consecutivos levantándome a las 06:25 para estar de 7 a 8 en el gimnasio. ¡Me faltan 5 días para crear un hábito! ¿Qué si no hay otro momento? Creo sinceramente que madrugar es lo mejor, la tranquilidad de la noche, el silencio, estar con uno mismo, pensar y conseguir serenidad…Los primeros días estuve tentado de abandonar como en otras tantas ocasiones. Pero la sensación tan buena de llegar a las 8.15 a casa habiendo hecho deporte, encontrándote cada día que pasa mejor que el anterior vale la pena. ¡Ahora comienzo el día con más energía! Y preparado para afrontar cada reto que supone tener responsabilidades. Y estoy deseando que llegue el momento de volver a hacer ejercicio, de que suene el despertador.“Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón” Steve Jobs.Lo sorprendente de nuestro tiempo, es que en gran medida no acabamos de valorarlo, pensamos que no se acaba, que es eterno y no hay nada más lejos de la realidad, sin darnos cuenta nuestra vida pasa.Da igual si nos ponemos como premisa leer más, hacer ejercicio y cuidar nuestro cuerpo, apuntarnos a un curso de idiomas, disfrutar de la compañía de otra persona, no importa el tamaño de esa meta, lo que realmente merece la pena, es hacer el propósito y conseguirlo, por pequeño que sea. La diferencia entre el año pasado y este estriba en que lo que no pudiste hacer, hoy y ahora puedes empezarlo. ¿Estamos dispuestos?



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