La primera novela que leí de Paloma Sánchez-Garnica fue Las tres heridas y decir que me gustó muchísimo es quedarse corta. Después vinieron La sonata del silencio y más recientemente Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido, novelas también inolvidables así que no es de extrañar que en cuanto supe que este año tendríamos una nueva publicación no hiciera más que contar los días para poder leerla y el resultado ha superado mis más altas expectativas. Hoy os hablo de La sospecha de Sofía.
Sinopsis
En 1968 Daniel y Sofía son una joven pareja con dos hijas pequeñas. Él es abogado en el prestigioso bufete familiar y ella, a pesar de su licenciatura en Química, abandonó su tesis y la que podía haber sido una brillante carrera para dedicarse a su familia. Cuando Daniel recibe una nota anónima que le insta a viajar a París para desvelar un secreto largamente escondido, la vida de ambos sufrirá un vuelco.
Así comienza una novela que solo puedo calificar como redonda, una historia inolvidable en la que se dan cita elementos tan dispares como el espionaje y los secretos familiares al tiempo que la autora realiza una radiografía de la época tan detallada que en todo momento nos parece estar inmersos en la sociedad y en los ambientes que nos describe. Y es que sin duda su cuidada ambientación es uno de los puntos fuertes de La sospecha de Sofía. Madrid, viviendo los últimos años del franquismo; Berlín, una ciudad partida en dos por un muro; y París, que bulle con las protestas del 68, son las tres ciudades por las que Paloma Sánchez-Garnica pasea a sus personajes y a sus lectores. Los ambientes, el pensamiento de su población y sus formas de vida quedan perfectamente retratados a través de descripciones tan precisas como certeras perfectamente integradas en la narración para mayor deleite del lector.
Si magnífica es la ambientación ¿qué decir de los personajes? Tres son los principales, los ya nombrados Daniel y Sofía, y Klaus. Trazados con mimo es imposible no ponerse en la piel de todos y es que, aun cuando muchas de sus decisiones y actitudes no podamos compartirlas, la autora los dota de vida y hace que traspasen las páginas del libro para casi formar parte de la vida del lector que los siente cercanos, personas de carne y hueso, con sus virtudes y sus defectos, con todos esos matices y claroscuros que los hacen reconocibles. Unos personajes que transmiten mil y una emociones haciendo que el lector vibre durante la lecturay sienta como propias todas sus vivencias a lo largo de los aproximadamente treinta años que abarca la novela.
Y todo ello nos lo cuenta Paloma Sánchez-Garnica con una prosa tan elegante como cuidado es su estilo. Un ritmo cadencioso que te envuelve desde la primera página y que te transporta a una vida muy alejada de la propia y que aún así se siente y se vive en primera persona atrapado por sentimientos y emociones a flor de piel que conviven en perfecta armonía con la dosis justa de intriga, pero no es esta una novela que precise de ningún elemento adicional para atrapar al lector, sino que es la propia historia y la magnífica narración las que nos arrastran con su fuerza, la que irradian sus potentes personajes, esos que nos hacen vivir y sentir de otro modo la libertad, la familia, el amor… mientras nos dirigimos hacia un desenlace que solo puedo calificar como magnífico.
En definitiva, no puedo más que recomendar La sospecha de Sofía. Para mí ha sido una lectura intensa e inolvidable, la he vivido como si yo misma habitara sus páginas, me he dejado llevar por sus emociones, he llorado a mares ¿para qué lo voy a negar? y la he disfrutado inmensamente. Sin duda alguna estará entre mis mejores lecturas de este año. No la dejéis pasar, es un auténtico novelón.