Si es tu primera visita, me gustaría darte la bienvenida que te mereces.
Lo que sigue es la transcripción de una breve conversación entre el doctor en antropología Ethan Powell (Anthony Hopkins) y el doctor en psiquiatría Theo Caulder (Cuba Gooding, Jr.) en la película Instinto:
T.C.: – Ethan, ¿qué está dibujando?
E.P.: – La historia de la humanidad. La verdadera historia, sin ficción ni mentiras. África hace dos millones de años. Homínidos que se trasladaron, emigraron. Hace diez mil años, la civilización. Tú, yo, nosotros.
T.C.: – Los saqueadores… ¿Quiénes son los de azul?
E.P.: – Sociedades tribales. Cazadores, recolectores, agricultores,… Nunca mataban a más animales de los que precisaban ni trabajaban más tierra de la que necesitaban. Luchaban, pero no provocaban guerras. Jamás exterminaban. Tenían un lugar en el mundo. Es más, formaban parte de él. Y lo compartían… Nosotros lo cambiamos todo.
T.C.: – ¿Entonces qué? ¿Deberíamos volver atrás? ¿Qué deberíamos hacer? ¿Deberíamos destruir las ciudades? ¿Marcharnos a la jungla como usted?
E.P.: – Ese es un argumento estúpido. Averígualo tú. Yo estoy ocupado. (…) La dominación…
T.C.: – ¿Cómo?
E.P.: – Sólo debemos renunciar a una cosa: a la dominación. El mundo no es nuestro; no somos reyes ni dioses. ¿Sabremos renunciar? ¿Tan valioso resulta el control? ¿Tan tentador ser un dios?
No soy el primero en la paleoesfera que trata sobre la sostenibilidad de nuestro estilo de vida. Otros muchos han hablado sobre el tema, especialmente Mark Sisson. El asunto es mucho más complejo de lo que puede parecer a primera vista. De hecho, el trasfondo de la crisis ecológica y energética que estamos viviendo, al igual que ocurre con nuestra salud y bienestar -globales-, engloba a factores tan diversos a la vez que interdependientes como la economía, la política, las relaciones sociales, el propio estilo de vida e incluso la espiritualidad.
Es por ello que no voy a afirmar que una vida paleo sea la solución o, ni mucho menos, proponer un regreso a las cavernas. Lo único que quiero es hacer hincapié en que este estilo de vida no tiene porque chocar con la bioética y la sostenibilidad ecológica. Al contrario, quiero recordar a toda la comunidad CEN que nuestro intento de ser coherentes con nuestra naturaleza interna debe ir acompañado de un respeto profundo por nuestra naturaleza externa. Es algo que deberíamos tener siempre presente.
Por eso:
- Ser paleo, primal, cen,… no significa dejar de cuidar la naturaleza y consumir los recursos que nos ofrece sin miramientos o escrúpulos. Debemos tener claro que los alimentos que mejor nos nutren son autóctonos y de temporada, por lo que tampoco necesitamos recurrir a la agricultura masiva y sí apostar por la agricultura ecológica y de proximidad.
- Ser paleo, primal, cen,… no implica estar de acuerdo con el maltrato animal y el sacrificio descontrolado del ganado. Todo lo contrario; debemos manifestamos a favor de una ganadería en libertad y una alimentación del ganado también más coherente con la naturaleza evolutiva del propio animal.
- Ser paleo, primal, cen,… no quiere decir que seamos una clase elitista del Norte y Occidente a la que no le preocupan los problemas de hambruna o sequía del Sur y Oriente, o incluso que no tenga en cuenta los problemas económicos que pueda estar pasando gente de nuestra propia comunidad. Debemos ser conscientes de ello e involucrarnos de alguna manera en encontrar una solución viable para todos.
- Ser paleo, primal, cen,… no conlleva derrochar recursos energéticos y materiales, especialmente cuando intentamos no consumir productos procesados o empaquetados, con el correspondiente ahorro ecológico que supone a nivel industrial.
- Ser paleo, primal, cen,… no promueve el desaprovechamiento de alimentos. Al contrario, debemos intentar aprovecharlo todo, no desperdiciar ni un solo producto, ni una sola sobra de la que se puedan extraer nutrientes. Los caldos y purés son una buena manera de hacerlo.
- Ser paleo, primal, cen,… fomenta llevar una vida físicamente activa: ir al trabajo en bicicleta, utilizar lo mínimo posible el ascensor, correr al aire libre en vez de usar una cinta eléctrica, etc., con el ahorro energético que supone.
- Ser paleo, primal, cen,… significa tratar de sincronizarse al máximo con el ciclo circadiano, una forma más de ahorrar energía.
Insisto, no sé si todo el planeta podría vivir así y si al hacerlo se solucionarían parte de nuestros problemas ecológicos. Pero sí sé que un estilo de vida paleo se aproxima mucho más a cierta coherencia y ética ecológica que el estilo de vida convencional.
Sumado a los puntos que comentaba antes, me gustaría añadir uno más, tal vez el más importante, no sólo a nivel práctico -yo lo hago a menudo en voz alta-, sino a nivel reflexivo:
Ser paleo, primal, cen,… implica estar agradecido y dar gracias -sí, redundantemente- por poder contar cada día con alimento, ya sea animal o vegetal, y poder disfrutar de la naturaleza con la libertad y seguridad de nuestra sociedad, todos los días.
Si quieres, puedes visitar mi otro blog, una vida sencilla, donde trato este tema con más profundidad a través de la práctica del minimalismo y la simplicidad.
También te invito a aportar otras ideas paleo sostenibles en los comentarios.
Y finalmente te recomiendo ver la conversación que transcribía más arriba. Son dos minutitos… (Si todo va bien, youtube debería colocarte justo al inicio de la conversación. Si no, colócate en 1h 11m)
Si tienes algo que decir -opinión, dudas, etc.- respecto al tema del post, por favor, deja un comentario.
Ahora bien, intenta:
- Decir algo relacionado con el tema del post.
- Mantener un tono y discurso respetuosos.
- No enlazar a otros sitios que no aporten nada de valor a tu comentario (spam).
Para más información consulta la política de comentarios.
¡Muchas gracias!
Artículos relacionados:
- Nuevo ebook gratis: “Una vida sencilla. De vuelta a lo
- ¿Haces ejercicio para aparentar o para funcionar?
- Reprograma tus genes. Entrevista a Mark Sisson
- Ragú de toro estofado con verduras
- Cómo cambiar un hábito en 3 pasos