El Mundial de Fútbol Rusia 2018 se ha convertido en una de las principales opciones de ocio para los espectadores de todo el mundo, y en especial para los españoles, ya que la cadena Telecinco está televisando en abierto una media de tres partidos diarios en las fases de clasificación, con los diferentes países que este año están disputando la competición deportiva. Lo nos lleva a preguntarnos ¿es ecológico este Mundial?
Estandarte del Mundial de Rusia 2018
En primer lugar, se ha recurrido al sello BREEAM, un estándar que data de 1990. Es el método de evaluación y certificación de la sostenibilidad de edificios técnicamente más avanzado a nivel mundial y lo han recibido el estadio Luzhniki (sede del partido inaugural y de la final), el Spartak Stadium y, fuera de la capital, el Fisht Stadium de Sochi.
Sello BREEAM
En el estadio Luzhniki, según los responsables del estadio, se ha respetado toda la zona verde ya existente y se han plantado 1.050 árboles y arbustos. Además se han creado 15.700 metros cuadrados de parterres o jardines. El Spartak Stadium está rodeado por una gran zona verde de 80.000 metros cuadrados, aunque es de 280.000 si se computa todo el terreno anexo que pertenece a la instalación. El Fisht Stadium de Sochi también cuenta con amplias zonas verdes.
Los estadios rusos
El balón ha sido fabricado con biopolímeros reciclados. Por otro lado, se han empleado modernos sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y se han reunido todos los servicios esenciales en un sistema central automatizado. El empleo de luces LED permite el ahorro de una cantidad considerable de electricidad. Por último, se ha reforzado el transporte público durante la Copa del Mundo para evitar el uso excesivo de vehículos particulares.
Balón sostenible
Las competiciones deportivas oficiales, como podemos comprobar, también promueven un compromiso activo y responsable con el medio ambiente.