Es por ello que tal vez no recordaba esos nervios y esa presión de tener que hacerlo bien.
He tenido mucha suerte con los instructores que he tenido en Swiftair, a los cuales estoy muy agradecido, me han enseñado, guiado y acompañado hasta la suelta.
El vuelo fué programado en un Madrid - Málaga y vuelta. Casi un regalo que fuese esa ruta, aunque el verdadero regalo y la sorpresa fué que ese día en Málaga había jornada de puertas abiertas para los spotters.
La tarde anterior lo ví de casualidad en twitter y removí todo lo que pude para avisarles de que iba a ir y si me podían fotografiar.
Se me ve saludando al llegar a Málaga, foto de @airspotters