No es el vigente campeón, pero como si lo fuera -con el permiso del Sevilla FC-, pero anoche vimos un auténtico duelo de Copa del Rey: Athletic de Bilbao – Barcelona, en un escenario inmejorable. San Mamés. Una olla a presión.
Con la simpatía que me despierta el Athletic, creo que ayer tuvieron un castigo demasiado severo quedándose fuera de la Copa del Rey. Hacerle frente de esa forma al Barça a doble partido, no perder ni uno y solo recibir un gol, debería tener mejor recompensa.
El Barça tiró de la suerte del campeón. Tuvo muchas ocasiones para hacer gol, pero siempre se encontró a Gorka Iraizoz -que justificó el interés de Guardiola en él- protegiendo su portería con el apoyo de los leones en la grada.
El Athletic de Bilbao se queda fuera de su competición fetiche. Bajo mi punto de vista, prematuramente. Me encantaría que por méritos propios llegara a Europa esta temporada. Equipo hay.
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