Suele ocurrir que al contemplar una relación de muchos años surge la pregunta: «¿Y entonces qué? ¿Qué estamos logrando en realidad?» Cuando la respuesta es «Nada que no podría lograrse sin nosotros», es aconsejable comenzar el proceso de graduación. Este es un término cortés para referirse a la retirada final. Generalmente implica una reducción gradual de la subvención financiera. En algunos casos, se aumentan tipos de ayuda tales como la consejería, en un esfuerzo por ayudar al ministerio a cumplir con su misión sin la inversión financiera.¿Qué hemos aprendido?Quizás podamos resumir todo esto en tres proposiciones. El secreto para el éxito en las alianzas está en:1.Tener una visión para la alianza y enmarcarla en términos de metas alcanzables.2.Cultivar la confianza practicando el respeto y la integridad en cada detalle.3.Evaluar la relación midiendo los resultados.Por ejemplo, si la visión es alcanzar a un grupo humano no alcanzado, ¿cuántas iglesias tendrán que fundarse? ¿Cómo sabrá usted cuándo una iglesia es factible? ¿Cómo manejará el intercambio de información y la resolución conjunta de problemas? ¿Cómo hará para cumplir sus promesas? ¿Cómo sabrá usted cuándo ha logrado su propósito?Para cualquier alianza para la misión, es fundamental prestar atención al logro de resultados que se corresponden con las expectativas de la relación.Lista de control para la prevenciónCatorce maneras de superar obstáculos
Estado actual
SíNoNecesita
mejorarAcción(cuándo y con quién)
1. ¿Son las creencias teológicas y las prioridades ministeriales suficientemente compatibles?
2. ¿Tenemos una imagen clara de lo que puede lograr la asociación?
3. ¿Sabemos lo que debe pagar cada socio en términos de costos y cambios para lograr los beneficios de la asociación?
4. ¿Tenemos los recursos y las habilidades necesarias para cumplir con nuestras promesas?
5. ¿Tenemos metas significativas para la asociación?
6. ¿Tenemos roles y responsabilidades claramente definidos?
7. ¿Hemos negociado las políticas y los procedimientos de recaudación de fondos?
8. ¿Tenemos un plan de comunicación para la asociación?
9. ¿Tenemos un sistema de control del progreso en funcionamiento?
10. ¿Tenemos un conocimiento básico de la cultura y el modo de hacer las cosas de nuestros socios?
11. ¿Entendemos cómo nuestras tendencias culturales afectan a la asociación?
12. ¿Le hemos dado suficiente atención a la construcción de relaciones interpersonales?
13. ¿Tenemos un modo de resolver los conflictos y los desacuerdos?
14. ¿Sabemos qué pasos tomar para modificar o suspender la asociación?