Higuaín y Cristiano Ronaldo aprovechan dos errores de los centrales de un Barça sometido con once y que tras la expulsión de Adriano recorta distancias con un gol de Messi e inquieta a su rival
Higuaín celebra el primer gol del partido - EFE.
Es difícil calcular cuántas paradas necesita hacer un portero para ser perdonado por una pifia y si ese perdón es de verdad. Los porteros suelen ser tipos diferentes que navegan a contracorriente desde el patio del colegio, cuando se encargan de hacer lo que nadie quiere: parar goles. Hace tiempo que Víctor Valdés se olvidó de reivindicarse y que se centró en que nadie lo descentre ni ante un error como el que tuvo en el Camp Nou, tras controlar fatal y regalarle un gol facilón, pero fruto de la presión, a Di María. En cada fallo surgen las dudas populares sobre Valdés, cinco veces Zamora y responsable seis días después en el Bernabéu de que su equipo no perdiese la Supercopa en el primer tiempo ni encajase una goleada sonrojante después de que fallasen sus centrales y se expulsase el lateral derecho, Adriano, por agarrar a Cristiano Ronaldo cuando éste se quedaba solo para marcar el tercero. Valdés frustró por dos veces a Higuaín, que sí acertó a la segunda, y Mascherano se resarció de su error quitándole otros dos al argentino. Al filo del descanso Leo Messi se marcó una falta tan bien lanzada como mal colocada estuvo la barrera. Un tanto que reactivó a los azulgrana, capaces de inquietar a su rival tras el descanso en inferioridad numérica y acongojarle hasta el último minuto, cuando Messi lanzó fuera. El Madrid acabó celebrando su novena Supercopa tras vencer por 2-1 y por el valor doble de los goles fuera de casa (3-2 en el Camp Nou). Casillas estuvo brillante en la primera victoria de su equipo en casa ante su eterno rival en los últimos cuatro años. Desarbolado y ruborizado por su rival, el Barça resultó durante los primeros 44 minutos un conjunto acomplejado e impreciso que parecía un mero espectador ante un Madrid que es posible que sea el equipo más directo y físico del panorama mundial. Hambrientos e inconformistas por las críticas de la última semana, los locales eran capaces de cualquier genialidad, incluso les salían a Pepe, que destaca más por su contundencia. Como noticia era que Iniesta estuviese tan apagado como el resto de su equipo e intentase, sin éxito, un autopase. Los azulgrana, además, estaban apáticos y fueron generosos concediendo dos regalos -y alguno más, ahí apareció Valdés- que dos torpedos como Higuaín y Cristiano Ronaldo se apresuraron en aprovechar. El argentino era el finalizador de un grupo que se recreaba ante un rival irreconocible, fundido y confundido. Incluso falló Mascherano, que despejó al aire un pelotazo de Pepe e Higuaín resolvió con frialdad de pocos. Tampoco la pifió CR7, atento a la candidez de Piqué. Los dos centrales visitantes ya habían tenido dos errores de peso.
Expulsión de AdrianoCristiano Ronaldo también provocó la expulsión de Adriano, ubicado en la derecha por la baja de última hora y por problemas físicos de Alves, cuya ausencia permitió la presencia en el once titular de Jordi Alba, uno de los pocos en salvarse de la mediocridad general de su equipo en los primeros 43 minutos. En el minuto 44 surgió Messi, que acarició la pelota en una falta para marcar en el primer tiro de los azulgrana, ya con Montoya en el campo por Alexis. Con uno menos el Barça sacó su orgullo y quiso jugar como sabe, mientras su rival se defendía en vez de tratar de seguir gobernando el partido. Los azulgrana recuperaron el toque, el medio del campo y Pedro volvió a ser el jugador punzante que es. Casillas, estelar de nuevo, impidió los tantos del canario y el de Montoya, al que le faltó convicción en el 91. Sergio Ramos fue capital para birlarle el balón a un Jordi Alba que había sorteado al portero y también para desviar un tiro de Tello, como hizo Mascherano de nuevo con otro disparo de Higuaín, que se topó con el palo a diez minutos del final. Song frustraría a Modric, en los primeros minutos de ambos en sus equipos. El punto final lo puso Messi con un tiro desviado desde fuera del área. El Madrid ya tenía su novena Supercopa y el Barça había salvado, cuanto menos, su imagen. Algo innegociable.
MADRID 2: Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Marcelo; Khedira, Alonso; Di María (Callejón, m. 78), Özil (Modric, m. 83), Cristiano; e Higuaín (Benzema, m. 81).
BARÇA 1: Valdés; Adriano, Piqué, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets (Song, m. 75), Iniesta; Alexis (Montoya, m. 31), Messi y Pedro (Tello, m. 81). Goles: 1-0. M. 9. Higuaín. 2-0. M. 18. Cristiano. 2-1. M. 44. Messi. Árbitro: Mateu Lahoz. Expulsó directamente a Adriano en el m. 27.
Amonestó a Arbeloa, Pepe, Mascherano, Piqué, Khedira y Ramos. El Madrid gana la Supercopa por el valor doble de los goles en campo ajeno (3-2 en el Camp Nou). Unos 90.000 espectadores en el Bernabéu.